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Gema Avello, una de las tutoras de Bachilleratode repaso para la EBAU. MARIO ROJAS DEL COLEGIO LOYOLA, DE OVIEDO, EN LAS CLASES
Una «frenética carrera de fondo» con meta en la EBAU
Prueba de selectividad

Una «frenética carrera de fondo» con meta en la EBAU

Los bachilleres asturianos se enfrentan a partir del martes a la temida selectividad, la última del modelo adoptado en la pandemia

Olga Esteban

Gijón

Domingo, 2 de junio 2024, 02:00

Se confiesan agotados, y aún así saben que el lunes por la noche no habrá cansancio que les ayude a dormir. Les pesa el «agobio» y el «estrés», esa sensación de jugarse mucho, o todo, pese a que les insistan en que nada empieza y termina con la EBAU y que aún hay muchas oportunidades por delante de equivocarse, rectificar, cambiar de opinión, volver a empezar. Porque podrá cambiar la denominación o el modelo, la manera de puntuar, las ponderaciones y los tiempos, pero este examen sigue siendo importante. Este año, lo es para algo más de 5.000 jóvenes asturianos que se juegan a una carta acceder al grado de sus sueños.

El de Claudia Dios es el doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Ella ya sabe lo que es rectificar y está decidida a ello. Estudiante del IES Emilio Alarcos de Gijón ha cursado el Bachillerato de Ciencias, convencida de que su carrera iría orientada al mundo sanitario. Psicología, Logopedia... Tenía varias opciones. Pero no. Y no pasa nada: es una alumna de 10 que aprieta para compensar una media un poco más baja en primero de Bachillerato, un curso en el que, coinciden sus compañeras, no están lo suficientemente concienciados de la importancia de las calificaciones para cuando llega este momento.

LAS CIFRAS

  • 5.088 estudiantes se han inscrito en la convocatoria ordinaria, son 319 más que el año pasado

  • 31 materias preparadas, diez más que el año pasado, por el Bachillerato General y el de Artes

  • 17 sedes repartidas en nueve localidades y en el Aula Hospitalaria del HUCA

  • 35.000 exámenes ha preparado la Universidad para repartir entre los estudiantes

Como Claudia, sus amigas y compañeras de instituto Ángela, Nuria y Carla, «encerradas» todas en esta última semana, tras un curso muy duro, con mucha materia y poco tiempo, en el que los profesores se ven obligados a «meter con calzador» todos los temas. Un curso con exámenes prácticamente semanales y con la presión de que cada décima cuenta. Especialmente para quienes, como Carla y Ángela, aspiran a grados como Medicina y Enfermería. Ángela admite que «empecé a estudiar para la EBAU el 1 de mayo». Por delante, seis exámenes y la esperanza de acceder a los estudios que quieren, aunque para ello tengan que salir de Asturias. Coinciden también estas cuatro alumnas del Emilio Alarcos que, pese a la dureza de segundo, primero de Bachillerato fue el verdadero cambio, lo que se les hizo «más cuesta arriba». Al final, todos tienen la sensación de que los dos años de Bachillerato han sido una «carrera de fondo» en la que hay que mantener la velocidad desde el primer momento.

Lamentan que, en ocasiones, en primero no están concienciados de la importancia que tienen ya las notas

Para ellas, y para todos en general, contar este año con el 'modelo pandemia' les da «muchísima tranquilidad», porque saben que cuenta con más optatividad a la hora de elegir preguntas. Eso no les libra, claro, del esfuerzo, de haber intentado «llevarlo todo al día» y de haber controlado hasta el límite el tiempo libre: algo de deporte y muy poco ocio. No ha habido tiempo para mucho más este curso, con la excepción de la fiesta de su graduación, celebrada hace unos días.

Mientras batallan estos días contra los nervios, el estrés y la ansiedad, los alumnos de las dos modalidades de Bachillerato que imparte el Colegio Loyola, de Oviedo, han acudido a las clases de repaso que todos los centros ofrecen en estas semanas previas. A ellas ha recurrido María Aumente, alumna de Matrícula de Honor y futura médica, para las asignaturas «más prácticas». Sabe que necesita una calificación excelente, porque Medicina y el doble grado de Física y Matemáticas se 'disputan' cada año el primer puesto en la lista de grados con notas de corte más altas en la Universidad de Oviedo.

Estudiar fuera

Aunque tendemos a relacionar los mejores expedientes con los estudios sanitarios y científicos, lo cierto es que los alumnos excelentes se reparten en todas las ramas. Un ejemplo es Jorge Sión, media de 9,9 en Bachillerato y que se va a ir a la Universidad de Salamanca para estudiar el doble grado de Derecho y Ciencias Políticas, que no se imparte en Asturias. El año pasado la nota de corte fue un 11, ya que se ofrecen solo 20 plazas. Para él, el secreto es «haber trabajado durante todo el curso».

Algo más lejos se va a ir su compañero Rodrigo Ferrero, un caso poco usual. Seguro desde hace tiempo de que quería probar la experiencia de estudiar en el extranjero, Rodrigo no se conformaba con un Erasmus. Así que en agosto hará las maletas para arrancar en septiembre el curso en la Universidad de Aarhus, en Dinamarca. Allí estudiará un doble grado de Administración y Dirección de Empresas y Big Data. Para ello ha tenido que aprobar el certificado C1 de inglés y realizar la selectividad danesa (fue un examen de unas tres horas que hizo online). El martes comienza como todos sus compañeros la de aquí, para dejar todas las puertas abiertas. Su objetivo es «aprender otros idiomas, vivir solo» y aprovechar todas las oportunidades que, asegura, ofrece aquel país en becas y trabajo.

Entre sus compañeros, varios futuros médicos, enfermeros e ingenieros. Como Claudia Rodríguez, que quiere estudiar Ingeniería Informática y de Tecnologías de la Información y Mateo Roig, que optará por Ingeniería Mecánica. Este último conoce también lo que es darse cuenta de que no ibas bien encaminado, como la gijonesa Claudia Dios. Mateo pensaba que su futuro pasaba por la Biología, pero se dio cuenta de que no era el camino correcto. Así que en segundo, corrigió la dirección. Más nota que ellos necesitará Sergio Vega, quiere entrar en Enfermería en Oviedo y admite estar muy nervioso tras un curso «frenético».

Para todos ellos, el vicerrector de Estudiantes, Alfonso López, tiene un mensaje: «Ya han aprobado el Bachillerato y vienen bien preparados. Lo van a hacer muy bien».

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