La FP asturiana afronta su reforma tras ganar un 35% de alumnado desde 2010

Internacionalización, unificación, orientación y mejora de las pasarelas con la Universidad son algunas de las otras novedades importantes de la ley, que trata de que los ciclos estén en permanente revisión para adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos.

Asturias se suma con ganas a ese impulso. El próximo curso, la comunidad ofrecerá 93 ciclos, más que en el presente, y 9.000 plazas para los alumnos que inicien los estudios. En estos momentos hay 16.661 alumnos en alguno de los muchos ciclos que ofrece, en los grados medios, superiores, presenciales o a distancia. Es un hecho que, pese a que siga siendo una opción minoritaria frente al Bachillerato, el interés por la FP no ha hecho más que aumentar año tras año, aunque la tendencia se ha roto en los tres últimos ejercicios, con un ligero descenso. En cualquier caso, el balance a largo plazo es positivo. Se estima que solo un 11% de los alumnos que finalizan la ESO y continúan sus estudios optan por estos estudios. Pero la cuestión es que la FP ha ganado más de 4.000 alumnos desde el curso 2020-11, es decir, algo más de un 35%, hasta los 16.661 que están matriculados este año en Asturias, según los datos oficiales de la consejería de inicios de curso. Algo más de 13.000 estudian de forma presencial y, el resto lo hace a distancia. En cuanto a la distribución entre grados medios y superiores, hay 6.900 alumnos matriculados en los primeros y unos 9.700 en los segundos.

Es parte de la radiografía de la Formación Profesional en Asturias, unos estudios en los que las chicas suponen el 39% en los grados medios y el 41% en los superiores, y su presencia en algunas familias es casi testimonial. En las industriales de grado medio son apenas un 4% y un 6% en los superiores. Por eso, el Principado acaba de lanzar una campaña para animar a las estudiantes a romper esas barreras.

¿De todas las familias formativas que se ofrecen en Asturias, cuáles tienen un mayor número de alumnos? Según las cifras oficiales de este año, Administración y Gestión es la más numerosa, con casi 1.700 matriculados, lo que supone un 12% aproximadamente del total. Le siguen informática y comunicaciones y, en tercer lugar, electricidad y electrónica. En el otro extremo, con menos de 1% de representación, la familia de mantenimiento y servicios a la producción y seguridad y medio ambiente, que apenas cuenta con 75 alumnos.

Pero, claro, al igual que sucede en la Universidad, no siempre los alumnos consiguen acceder a los estudios que desearían. Se ve claro en la relación entre las inscripciones que hubo y las plazas que se ofrecían en cada familia. Y en una imagen idéntica a la que ofrece el mundo universitario, el sector sanitario se lleva la 'palma' con la demanda. En julio se contabilizaban casi 1.900 inscripciones para esos grados, que contaban con 734 plazas. Es el desajuste más importante entre la oferta y la demanda. La familia de actividades físico deportivas también también recibe muchas más solicitudes de las que puede atender, así como informáticas y comunicaciones.

Y, claro, también puede suceder lo contrario. Que familias como Electricidad y Electrónica reciben en un principio muchas menos solicitudes que las plazas disponibles. Es lo que el director general de Enseñanzas Profesionales de la Consejería de Educación, Javier Cueli, considera el «difícil equilibrio». Con ejemplos concretos y muy claros. En el CIFP de Avilés, en julio, habían recibido 92 solicitudes para las 60 plazas de Mecatrónica Industrial. Pero Instalaciones Eléctricas y Automáticas solo cubría 12 de sus 60 plazas disponibles. La cuestión es que, en el cómputo global, quedan plazas libres. Pero quizás no en aquellos ciclos y familias más deseados. Idéntica situación se repetía en todos los centros integrados de FP de Asturias.

Para finalizar la radiografía de la Formación Profesional en la comunidad se puede analizar también la edad de los alumnos. Aunque el grueso de los estudiantes tiene menos de 20 años, en los grados medios hay un destacable 22% que tiene 24 años más, una característica sin duda distinta a lo que sucedería en el Bachillerato. En el caso de los grados superiores se da la circunstancia de que hay 80 alumnos matriculados con más de 50 años.

Esta es la situación actual de esta formación, que el Gobierno y el Principado quieren convertir las enseñanzas en «un itinerario de primera para jóvenes y trabajadores, que permita también la actualización continua de sus competencias profesionales», además de «situar a nuestro país entre los más avanzados del entorno europeo en lo que a Formación Profesional se refiere e incluso hacer de España un referente». El próximo día 25, las comunidades autónomas presentarán sus propuestas al anteproyecto de ley.