Foro afronta su «refundación» para recuperar «la credibilidad que perdimos»

Lo que quiere Moriyón es «pasar página» tras rupturas, querellas, expulsiones y duros enfrentamientos, además de una continuada y notable pérdida de peso en el panorama político regional. Lo dijo una y otra vez en la rueda de prensa convocada para anunciar el congreso, en la que estuvo acompañada por el secretario general y portavoz parlamentario, Adrián Pumares. «Pasar página» tras una «dolorosa ruptura de dos formas antagónicas de entender el papel que Foro debía jugar en la sociedad asturiana». Pasar página tras los «insultos y extremismos». Tras los problemas «jurídicos, que a punto estuvieron de suponer la disolución forzosa». Tras los problemas económicos, que pusieron a la formación «al borde de la quiebra». Tras los problemas políticos que «amenazaron con descapitalizar el partido». Pero, sobre todo, tras una complicada «situación moral, que parecía condenarnos a un final indigno».

Moriyón fue clara como siempre: «Tenemos que recuperar una credibilidad que perdimos, porque perdimos el norte. Esta organización política perdió el norte», insistió. Sin paños calientes, habló de meses «inciertos y desgarradores» por los que pidió perdón a los asturianos, porque «una organización política nunca debe pasar por estos procesos».

Fue la presidenta muy clara, pero sin mencionar ni una sola vez durante su intervención los nombres que estaban en la mente de todos. Especialmente uno, el de Francisco Álvarez-Cascos, fundador del partido y de cuya mano Moriyón entró en política. Nombres que, sin duda, protagonizaron la «dolorosa ruptura» a la que Moriyón hizo referencia, una ruptura entre «dos formas antagónicas de entender el papel que Foro debía jugar en la sociedad asturiana, dos formas antagónicas de concebir la política, la manera de ejercerla y hasta la manera de abandonarla». Todo eran mensajes, aunque no se mencionara al destinatario. Incluso al hablar del cambio oficial del nombre. «FAC no nos representa». FAC, nombre con el que la formación está inscrita legalmente y que responde a las siglas de Francisco Álvarez-Cascos.

Pero es que, de hecho, ni pronunció su nombre ni el de Pedro Leal, ni el de Isidro Martínez Oblanca ni el de ningún otro de los miembros y exmiembros de la formación que han protagonizado su historia, sus polémicas y su fractura. Tampoco el de quien fuera presidenta, Cristina Coto (ahora en Vox), aunque quizás también para ella hubo mensajes. Habló Carmen Moriyón de volver a la «esencia» de aquella formación que en 2011 «arrolló» en el panorama político regional, que consiguió «170.000 apoyos en cuatro meses». «Es lo que tenemos que recuperar, esto no es 'me voy, me cambio, vuelvo, fundo otro partido'...»

Habrá muchos cambios, pero no de cargos. Eso lo dejó muy claro Moriyón. «No habrá una renovación de los cargos del partido, porque la comisión directiva y también la presidenta tiene absolutamente toda la autoridad legal y un mandato de cuatro años».

Con todo, Foro Asturias pretende dirigirse a «a cientos de miles de asturianos que exigen un proyecto diferente a lo existente». Aseguraron Moriyón y Pumares que su proyecto está ya llamando la atención de nuevos afiliados, especialmente de jóvenes profesionales de entre 30 y 40 años. El secretario general aseguraba en sus redes, de hecho, unas horas después de la rueda de prensa, que estaba recibiendo «muchísimas llamadas y mensajes de personas que militan en Foro y también de gente que en algún momento formó parte de este proyecto. La palabra que mejor define lo que me transmiten es ilusión». En estos momentos, Foro cuenta con unos 8.000 afiliados, de los que 2.000 están al corriente de pago.