En octubre la red de ancho métrico, la asociada a Feve, inició una cadena de cancelaciones masivas de la que no sale. La falta de maquinistas y trenes aptos para la circulación, la caída de árboles y ramas sobre las catenarias o encontrar el ... hilo de contacto congelado son las incidencias que más se repiten.
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Según fuentes internas de Renfe, ayer fueron otras 30 las frecuencias canceladas, en su mayoría por falta de trenes. Las supresiones se centraron en los tramos entre Gijón y Avilés, y de Oviedo a Nava. El arrollamiento de un jabalí en la zona de Puente Buracos complicó más el servicio. El jueves, cabe recordar, fue la caída de ramas y árboles en tres puntos distintos lo que derivó en cerca de 40 supresiones.
Hay varios factores que explican la situación. De un lado está que la cartelera de las cercanías asturianas son de las más intensivas. Son unas 300 frecuencias en ancho métrico en cada día laborable y más de 180 en convencional. Según las últimas cuentas de Renfe Viajeros el aprovechamiento de esa programación ha mejorado, pero anda en el 24,2% de las plazas ofertadas, lo que supone el más bajo del país. Dicho de otra manera, Asturias cuenta con una de las mayores ofertas en relación a los viajeros que efectivamente mueve.
El Ministerio de Transportes mantiene un contrato con Renfe por el cual financia el déficit que genera una operativa tan exigente. A cambio la empresa pública adquiere el compromiso de cumplir con esa cartelera, algo que hace con dificultad porque le faltan activos. Anda corto de maquinistas, a pesar de que los sindicatos llevaban años advirtiendo de que el ritmo de jubilaciones incentivadas no se correspondía con el de incorporaciones.
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Además de conductores escasean los trenes disponibles. El 67% de los asignados al ancho métrico asturiano han cumplido los 40 años de vida útil o están a punto de ello. Es decir, es un material obsoleto, dado a las averías y a quedar fuera de juego. El contrato para suministrar diez nuevas unidades estuvo bloqueado durante años, como destapó EL COMERCIO, retrasando a 2026 la renovación del parque.
Desde el sindicato de maquinistas (Semaf) añaden que «existe una evidente escasez de inversión en mantenimiento de infraestructura», según su secretario en Asturias, Pablo R. Prado. A ello vincula las unidades que han quedado fuera de juego por arroyar un talud o los cortes por caída de ramas en la catenaria. «Esos incidentes producen averías de material, el cual se vuelve indisponible al tener que trasladarlo al taller para reparar». «Con la escasez de trenes que tenemos cualquier incidencia puede afectar notablemente a la disponibilidad de material para sacar el servicio adelante», asume.
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Pablo R. Prado urge a lograr «los 35 trenes prometidos». El actual contrato de fabricación con CAF aportará una remesa de diez unidades, ampliables en otras siete, pero sigue sin salir a licitación otro pedido de 18 trenes para cumplir ese compromiso.
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