Álvaro Muñiz: «Ha ido mejor de lo que podría soñar»

Era el objetivo desde hace años. El quiero y no puedo. El casi, pero no. Los 700.000 visitantes se hacían de rogar. Desde 2011 no se alcanzaba la cifra deseada. Hasta este año. Ya el primer día se apreciaba algo diferente en el ambiente. «Esta va a ser una buena Feria». Ese era el pensamiento mayoritario de muchos. Y se han cumplido las expectativas. 706.6049 personas cruzaron durante estos 16 días las puertas del recinto ferial. El segundo mejor dato de su historia tras los 711.251 de 2009 y después de cuatro años quedándose a las puertas. Álvaro Muñiz se mostrase ayer contento con los datos. «Ha ido mejor de lo que podía haber soñado», reconocía el director.

Unos resultados que atribuye a dos claves fundamentales. La primera, el mayor número de visitantes que ha recibido Asturias «y Gijón en particular». «Uno piensa que puede venir mucha gente, pero no enterarse de la Feria o que no les resulte atractiva. Y la verdad no ha sido así. Los que estamos acostumbrados a pasear por el recinto nos damos cuenta de que hay varios grupos hablando en idiomas extranjeros, cosa que normalmente no ocurría», ilustraba anoche. Es algo que le ha llamado poderosamente la atención. La segunda está relacionada con la mayor predisposición del público a gastar. «Se les nota más alegría a la hora del consumo o de interesarse por los productos que están expuestos. Eso el año pasado ya apuntaba y en este se ve certificado».

Sobre las quejas de algunos comerciantes ante la disminución de la asistencia entre semana, Muñiz lo tiene muy claro: «No podemos comparar cuando Begoña te cae un sábado con cuando te cae en miércoles. Es mezclar churras con merinas». Aunque viendo la cifra total parece que esa sensación de menos público fue eso mismo, una percepción engañosa. Pero para el director esto es lo de menos. «Los números son herramientas. No realidades universales. Siempre he dicho que a mí lo que me preocupa más son las tendencias, los grados de satisfacción que el número concreto de personas que se acercan», precisó tras conocer los resultados.

Para analizar dicha satisfacción, Muñiz tiene un método muy claro: «La prueba del algodón», como él la llama. «Habitualmente, cuando la Feria empieza el día 1 tienes que explicarle al expositor que no se preocupe, que aquí la parte fuerte está en la Semana Grande. Este año no hubo necesidad de detallar eso. Nadie lo preguntó. En segundo lugar, desde que llegas por la mañana hasta que te marchas por la noche la gente te sonríe. No dicen: Qué mal día hace, este panel está torcido. Cuando eso es así es porque están dedicados a lo otro. Esa es la prueba más clara».

«Esto no es un mercado»

En la parte del consumo, la Feria también cierra está edición con palpable éxito. Reflejo de ello son los estands automovilísticos como el de Nissan, donde han batido récords, con un crecimiento del 30% respecto al año pasado. O Thermomix, donde han logrado su objetivo al vender 600 robots de cocina. Aunque los pequeños comerciantes no han tenido tan buenos resultados. «Esto no es un mercado. Es una feria, un escaparate. Vivimos un tiempo donde esos artículos más caros también tenían mayor debilidad. En el momento que existe más alegría, lógicamente la escasez de inversión de estos últimos años se tiene que notar. En cualquiera de los casos, cuando alguien está dispuesto a gastarse más, también se puede gastar menos».

Un reflejo de los buenos resultados de esta Feria fue la visita del presidente de Suzuki España. «Uno no coge un avión por la mañana para volver por la tarde para comerse una fabada. Vino para comprobar lo que le estábamos contando», resalta Muñiz. Todos estos datos han servido para cumplir las expectativas iniciales. Ahora, con las puertas cerradas, las cifras certifican que la de 2015 ha sido la segunda mejor Feria de Muestras de sus 59 ediciones.

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La 59 edición cierra con 706.649 visitantes, el segundo mejor dato de su historia