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MIRIAM SUÁREZ / OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Lunes, 7 de marzo 2022, 01:17
Dicen los decanos de Medicina que faltan, en toda España, 4.000 docentes en sus facultades para ajustarse a la ratio de alumnos por profesor. Un informe de estos responsables universitarios advierte de la disminución significativa de profesores en los últimos años, que ha llevado ya a una situación de «urgencia» a algunas facultades. Algo que hay que solventar si se quiere garantizar, dicen, la formación futura de los médicos. En el caso de Asturias, la Facultad de Medicina de Oviedo aún resiste, aunque ya son evidentes los problemas. Tal y como publicó EL COMERCIO, algunas materias no tienen catedráticos ni profesores titulares y en otras son pocos y a punto de jubilarse. ¿Cuándo podría ser «grave» la situación? Fuentes de la facultad aseguran que «en cuatro o cinco años».
Las causas son varias. Para empezar, es evidente que la propia facultad ha pasado de recibir cientos de alumnos cada año (hace muchos cursos), a los 150 de máximo de ahora. Salen, por tanto, menos médicos de la Universidad. Más cercano en el tiempo están las limitaciones para la contratación pública en los peores años de la crisis económica, con tasas de reposición que apenas permitían cubrir una pequeña parte de las jubilaciones. Pero eso, que afecta a todo el sector público, en el caso del sector sanitario se complica aún más por las condiciones impuestas a los médicos para convertirse en profesores universitarios.
Para empezar, por los exigentes procedimientos de acreditación por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), organismo adscrito al Ministerio de Universidades que decide si un médico puede o no impartir docencia. Y luego hay que añadir las diferentes tipologías de docentes que existen y lo que se les exige a cada uno. No siempre es una opción atractiva para los sanitarios y los más jóvenes que consiguen la acreditación (tanto de Medicina como de Enfermería y Fisioterapia) no pueden vincularse a la Universidad.
Según el convenio que existe entre el Sespa y la Univesidad solo se pueden vincular los profesores titulares y los catedráticos que tengan una especialidad médica. Esos sanitarios perciben su salario de la Univesidad y el Sespa complementa lo que corresponde a la labor asistencial. Los contratados doctor y los ayudantes doctor no pueden vincularse, y eso es precisamente lo que desde el Rectorado y la Facultad están pidiendo. Solicitan también una previsión a largo plazo, no solo cuando se habla del número de docentes, sino también de estudiantes y de plazas MIR.
Con todo, se ha llegado a la situación actual. Una situación en la que ya no suelen ser médicos, sino biólogos «o personas del ámbito de la investigación», las que imparten asignaturas como la de Anatomía, en la que se enseña la estructura del cuerpo humano. Ocurre lo mismo con otras materias, también consideradas 'preclínicas', como la Fisiología o la Histología, que tratan, respectivamente, de cómo funciona el cuerpo humano y de las características de los tejidos orgánicos.
Las asociaciones profesionales de médicos ponen esta situación sobre la mesa para dar una idea de lo difícil que es desarrollarse profesionalmente en Asturias por la sobrecarga asistencial que asumen los facultativos de la sanidad pública. Situación que confirman desde la Universidad de Oviedo: «Casi no se presentan médicos a las plazas de docente que se ofertan para las asignaturas preclínicas. Es un tema complejo, que no es único de esta Universidad».
Y que tiene su origen, como queda dicho, en la estructura «compleja» del sistema sanitario, configurado de tal modo que no siempre hay posibilidad de compatibilizar la atención clínica con el desempeño habitual de la docencia. Entre una y otra, los facultativos suelen optar por la primera. «Convendría que las administraciones públicas revisasen el complejo entramado que dificulta a los médicos en ejercicio dar clase, poder formarse o participar en proyectos de investigación», coinciden sindicatos médicos y organizaciones colegiales.
Pero el caso de biólogos que imparten clases de Anatomía no es extensible a todas las materias del programa académico de la Facultad de Medicina. Las llamadas asignaturas 'clínicas', esto es, aquellas que requieren un alto nivel de especialización como Cardiología, Obstetricia o Dermatología, deben correr a cargo de médicos titulados. Fuentes de la Universidad de Oviedo matizan, no obstante, que esos profesionales que provienen de otras disciplinas «puedan dar clase perfectamente» en Medicina. Hacen esta matización para que «quede claro que esta circunstancia no afecta para nada a la calidad de la enseñanza» que se ofrece a los estudiantes.
Aun así, «que haya biólogos dando Anatomía es un síntoma de que se deben modificar nuestras condiciones y de que algo no funciona bien en el sistema tal como la Administración lo tiene planteado», inciden los médicos. Los estudiantes de la facultad no son ajenos. Los de Medicina acaban de cerrar su séptimo congreso. Uno de sus organizadores, Iván José Suárez, admitía estos días la «preocupación» que también ellos tiene ante la situación. Se saben estudiantes de alto nivel (acceden con las notas de corte más alta), y demandan lo mismo en la docencia. No dudan de ella: «Los profesores que tenemos son magníficos», pero piden que siga siendo así.
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