«Hace falta más regulación para ofrecer menús escolares sanos y prevenir la obesidad»

De manera multidisciplinar, se trataron las principales problemáticas del ámbito de la educación y la sanidad. Y es que los colegios están encontrando muchas dificultades para ofrecer menús saludables porque la dieta está basada en el precio de los alimentos. Según comentó la directora del colegio Poeta Antón de Mari-Reguera, Cristina López, «a veces, por cuatro euros, es difícil ofrecer menús saludables, sobre todo con la subida de precios que han experimentado los alimentos». También existe la dificultad de tener cocina propia en los centros educativos, algo que, en algunos casos, se ha intentado paliar mediante huertos escolares o la compra de alimentos ecológicos y de proximidad. Pero hay un problema añadido: los padres. «Muchos se quejan de que cuando sus hijos comen más verdura y más carne, llegan a casa con hambre», apuntó Altolaguirre.

En las consultas pediátricas, anotó Mercedes Sarmiento, también se están detectando hábitos problemáticos, «como el uso excesivo de las pantallas, que influyen en el sedentarismo de los niños», y es fundamental que los padres trabajen para cambiar o aminorar esa costumbre.

En términos generales, la conclusión fue que «hace falta más regulación, con leyes que obliguen a que la oferta de menús escolares sea más saludable», destacó el director de la ASASAC, algo en lo que ya se está trabajando desde el Ministerio de Sanidad para «establecer criterios nutricionales obligatorios», aunque «con las elecciones del 23 de julio hay muchos proyectos que se han quedado en el tintero». Uno de esos proyectos es, precisamente, que la hora de comedor sea una hora lectiva más, «en la que haya actividades educativas con monitores de tiempo libre formados en temas de alimentación saludable», una medida que «ya se ha empezado a hacer en Cataluña con bastante éxito». También se está planteando la posibilidad de aplicar un impuesto especial a las bebidas azucaradas poco saludables o el control de la publicidad de alimentos poco saludables ofrecidos al público infantil.

Y para que el consumidor sea más responsable con su alimentación, a nivel europeo se está trabajando de cara a establecer un etiquetado relacionado con el criterio de salud. Esto se plasmaría en un etiquetado frontal obligatorio, frente a los 'etiquetados voluntario' como Nutriscore, que ayudan a elegir el producto más saludable.

1.- Más de un 50% de la sociedad española tiene obesidad o sobrepeso. En Asturias incluso más.

2.- Los colegios tienen dificultades para establecer menús saludables, que se basan en el precio.

3.- Las consultas pediátricas detectan hábitos problemáticos, como el uso excesivo de pantallas.

4.- Recortar el uso excesivo de pantallas, a veces fomentado por los progenitores.

5.- Dificultad para introducir la alimentación saludable por reticencias de los propios padres.

6.- Establecer unos criterios nutricionales para los menús en los centros educativos.

7.- Control de la publicidad de alimentos poco saludables ofrecidos al público infantil.

8.- Aplicar un impuesto especial a las bebidas azucaradas poco saludables.

9.- Que el comedor sea una hora lectiva, con actividades y monitores formados en alimentación.

10.- Hace falta más regulación que obligue a ofrecer menús escolares más saludables.