Dos turistas, este martes, en el lugar en el que se cayó el niño en el Real Sitio de Covadonga. XUAN CUETO

La muerte del pequeño de tres años conmociona Covadonga

El menor permanecía ingresado en estado grave en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias desde la tarde de este lunes

LUCÍA RAMOS

COVADONGA.

Martes, 6 de agosto 2019, 14:00

El niño zaragozano de 3 años que permanecía ingresado en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en estado grave tras caer desde una altura de más de seis metros en el Santuario de Covadonga ha fallecido este martes a mediodía, ... según han confirmado fuentes sanitarias.

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El incidente que provocó el fatal desenlace se produjo este mismo lunes pasadas las 19 horas, cuando, por causas que se desconocen, el menor se precipitó desde la Santa Cueva. La rápida reacción no fue suficiente. La llamada al Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias se efectuó inmediatamente, mientras el niño estaba siendo atendido por los citados enfermeros y por el personal sanitario de la ambulancia que habitualmente se encuentra en Covadonga.

A los pocos minutos llegó hasta el lugar la UVI móvil de Arriondas, cuyos profesionales trabajaron durante un largo rato para estabilizar al pequeño. Mientras en el Real Sitio se practicaban los primeros auxilios al niño, que en pocos días cumplirá cuatro años, desde el Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) se solicitó la presencia del helicóptero medicalizado del Grupo de Rescate de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). El pequeño fue evacuado hasta el HUCA con pronóstico grave.

Se encontraban de turismo

El accidente tuvo lugar cuando el niño, quien se encontraba en el Real Sitio junto a sus padres y su hermana, se subió al muro de una de las almenas ubicadas a la entrada de la Santa Cueva, cayendo hacia unas escaleras que discurren por debajo y que conectan el Gran Hotel Pelayo con la Casa de Ejercicios. Según indicaron a este diario diversos testigos del suceso, la familia, originaria de Madrid, pretendía hacerse una fotografía con la basílica de fondo, algo habitual entre quienes visitan el Santuario.

«Fue un poco extraño, pues no se le veía ninguna herida», relató una persona que presenció los momentos inmediatamente posteriores a la caída. «El pequeño estaba boca abajo sobre los escalones, inconsciente, pero tenía pulso y respiraba», agregó otro testigo.

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