Fallece el asturiano Francisco Álvarez, cardenal arzobispo emérito de Toledo, a los 96 años

El cardenal arzobispo emérito de Toledo, Francisco Álvarez Martínez, natural de Ferroñes (Llanera), ha fallecido a los 96 años esta madrugada en Madrid. Nacido en 1925, había ingresado en el Seminario de Oviedo en el año 1943, donde cursó sus estudios hasta el año 1950. Fue secretario del Arzobispo de Oviedo de 1950 a 1956 y Canciller de la diócesis entre 1957 hasta 1969. También fue vicario episcopal de Curia desde 1970 hasta 1973. Fue nombrado obispo de Tarazona en 1973, y en 1976, de La Calzada y Logroño, hasta que, en 1985, fue nombrado obispo de Orihuela-Alicante.

En 1995, el Papa Juan Pablo II le nombró arzobispo de Toledo y Primado de España. En el año 2001 fue creado cardenal, y fue arzobispo emérito de Toledo desde el año 2002, cuando dejó el cargo al haber superado la edad.

En marzo del 2001, fue nombrado Hijo Adoptivo de Oviedo. También es Hijo Predilecto de Llanera.

El sacerdote Julio Velasco, párroco de Llanera, concejo del que era natural el cardenal emérito Francisco Álvarez, ha indicado esta mañana que «se ha ido a la Casa del Padre uno de los hijos más notables del Concejo. Era un hijo predilecto de Llanera y tiene una calle en Posada. Se va un gran amigo, alguien muy grande por su capacidad de servir desde la sencillez y la cercanía allí donde la Iglesia le ha enviado».

Por otra parte, Velasco agradeción que «desde mi llegada a Llanera, como párroco, encontré en don Francisco amistad sincera y apoyo en todo. Don Francisco hizo, siempre, del servicio bondad, y la bondad acerca a las personas».

Añade el párroco llanerense que el cardenal emérito «era un hombre resolutivo, eficaz y con enorme visión pastoral, cualidades que le han llevado a peregrinar por cuatro diócesis».

Por último, destaca que se trataba de «un fiel hombre de Iglesia, lo que le ha valido para mantener una estrecha relación con el añorado San Juan Pablo ll, quien le encomendó tareas importantes como participar en el Sínodo para la Evangelización de Europa y quien más tarde le haría Cardenal».

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