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«Queridos amigos, os tengo que comunicar una tragedia. Lamentablemente mi cuñado Kike, marido de mi hermana Maju, ha fallecido, debido a un infortunado accidente casero, en el tejado de su casa. Patinó y se dió un fuerte golpe en la cabeza, que le produjo una hemorragia cerebral, que fatalmente acabó con su vida, sin que ni en Jarrio, ni en Oviedo pudieran hacer nada por salvarlo. DEP». Con este mensaje en las redes sociales, Álvaro Platero, presidente de Astilleros Gondán, enmudecía a Castropol, cuna de la familia Platero, y a todos los conocedores de la incansable labor en Unicef de su hermana, María José Platero, Maju, presidenta de la entidad desde 2016 y hasta febrero pasado.
En estos momentos, Enrique Esteban se encuentra en muerte cerebral en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), centro al que fue trasladado desde el Hospital de Jarrio. Con la generosidad en el ADN, el bombero vasco ya jubilado dejó escrita su voluntad de donar órganos, momento en el que se encuentra la familia.
La noticia de su grave accidente ha generado una ola de condolencias hacia la familia, no solo por la labor de los Platero más mediáticos, sino también por la propia personalidad de Kike, como todos le llamaban. Era habitual que participara en todo tipo de actividades solidarias, siempre dispuesto a echar una mano. En casa, lo habitual era que él se dedicara a todas las puestas a punto de la vivienda familiar.
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