Los expertos ven factible que la región pueda bajar la incidencia del virus y reabrir los centros

Ahora mismo, el Principado supera esa tasa al registrar 33 casos por 100.000 habitantes. «Los datos son los más bajos de todo el pais y por eso es la que se sitúa más cerca de ese umbral de 25. Seguramente que en las dos próximas semanas pueda situarse en esa franja. Salvo que los brotes sigan proliferando y haya un repunte den el número de casos, en dos semanas estaríamos en una situación en la que sería concebible poder abrir los colegios. Lo fundamental es frenar los brotes, reducir la incidencia», recalca. En el caso de que ésta subiera, «entonces habrá que replanteárselo, postergar un poco la vuelta y recurrir a la programación no presencial».

De la misma opinión es el epidemiólogo y director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, Pedro Arcos. «Con la tasa de incidencia de casos que tenemos sí se darían las condiciones para volver», pero también -insisten ambos- con las correspondientes medidas de seguridad en los centros.

Para Arcos, «lo primero es revisar los aforos de los colegios. La clave está en la distancia. Hay que garantizar que los alumnos pueden mantener una distancia de 1,5 metros». Ventilar frecuentemente todas las dependencias, reforzar la higiene de superficies y de manos, mantener la separación en los comedores u otro tipo de estancias, evitar los juegos en grupo y controlar la entrada y salida para evitar aglomeraciones son para él las primordiales. López Acuña añade «la realización de actividades al aire libre, la bajada de ratios y el uso de mascarilla», aspecto este último en el que no coinciden.

«La mascarilla es importante a partir de los seis años (Asturias obligará a llevarla en clase). Les protege y protege a los demás», afirma.

Para Arcos, «esta medida está influida por cuestiones de todo tipo y por lo que se hace en otros sitios. Hay una presión que no es epidemiológica o técnica». Sí, en cambio, la aconseja para alumnos de Secundaria porque «hay una relación edad-riesgo. Desde el punto de vista epidemiológico, los mayores (16-18 años) son como un adulto». En este sentido, la OMS acaba de recomendarla a partir de los 12 años.

Ambos ven positivo que el Principado haga PCR a los docentes. «Están en contacto con mucha gente y son personal de riesgo», dice Arcos. «Eso sí, para que tengan sentido, no bastaría hacerlas una sola vez al inicio del curso, sino periódicamente. Una PCR negativa hoy puede tornarse en positiva unos días más tarde», apunta López Acuña.