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Las comparecencias de expertos y portavoces de varias instituciones en la Junta General para analizar la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía -presentada ... de forma conjunta por PSOE, IU-Convocatoria por Asturias y la diputada Covadonga Tomé- que daría luz verde a la oficialidad de la llingua puso sobre la mesa un sinfín de argumentos a favor y en contra. Los partidarios de otorgar este estatus al asturiano y al eonaviego, invitados por los grupos proponentes, entienden que se trata de un «derecho constitucional e histórico», pero también de una «oportunidad económica que Asturias no puede perder». Los detractores, llamados a comparecer por el grupo parlamentario Vox, coinciden en que no es más que una «imposición política» que no obedece a la demanda social y que además sería «ruinosa» para las arcas autonómicas.
PP y Foro se han mantenido al margen en esta primera jornada aunque se prevé que tengan un papel mucho más activo este viernes, cuando están llamados a comparecer todos los consejeros del Principado. Las fuerzas del centro derecha ya han avanzado su voto en contra de esta reforma del Estatuto de Autonomía que, por lo tanto, carece de opciones reales para salir adelante. Sin embargo, fueron varios los comparecientes que este jueves hicieron un último intento para tratar de cambiar el destino de esta iniciativa de la izquierda de la Cámara. Entre otros, el presidente de la Academia de la Llingua Asturiana, Xoxé Antón González Riaño, quien hizo una nueva llamada al consenso político «alrededor de la oficialidad que Asturias necesita, que no tiene que ser igual a la de otras comunidades, sino adaptada a nuestra realidad socioeconómica, cultural y política», dijo. Argumentó también que perder esta oportunidad supone «aplazar un mandato constitucional» y alertó del «sentimiento de injusticia y frustración» que esto genera entre los partidarios de la oficialidad. González Riaño mantuvo también un tenso choque con la portavoz de Vox en la Junta, Carolina López, quien entiende que los derechos de los 'falantes' ya están protegidos por la Ley de Uso y Promoción del Asturiano y preguntó al presidente de la academia «cuánto más quiere trincar». Ni la forma ni el tono gustó a González Riaño, quien quiso aclarar que los miembros de la academia no cobran por su labor dentro de esta institución, afeándole tanto la falta de respeto como su «exageración» a la hora de cifrar los gastos actuales que genera la protección del asturiano o los que podría implicar la oficialidad «para generar rechazo y miedo».
Y es que durante la comparecencia parlamentaria fueron varios los expertos que hablaron tanto de los costes como del impacto económico que podría generar la oficialidad, haciendo referencia en varias ocasiones al polémico informe encargado durante la pasada legislatura por parte del Gobierno del Principado. Así, mientras el licenciado en Filología Inglesa y especialista en Filología Asturiana, David Guardado, señaló que renunciar a la oficialidad implicaría «perder una oportunidad económica» para Asturias; el economista Diego Barceló califica la propuesta de las fuerzas de la izquierda de «ruinosa». «El dinero que la gente tendrá que gastar en llingua lo dejará de gastar en sidra, fabada o cachopo», dijo a modo de ejemplo, tras apuntar que en la actualidad no hay academias privadas «porque no hay demanda social sino un mero capricho político».
Hubo muchas y variadas intervenciones. El investigador y escritor asturiano Xoxé Ánxelu Gutiérrez hizo una comparativa entre la supervivencia de la llingua y la de cualquier otra especie animal a la que se protege. Xosé Candel, representante de la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana, reclamó dar el paso hacia la oficialidad para «blindar la educación y la financiación» y alertó a los partidos políticos que lo contrario pone en peligro la llingua y «la historia no lo va a perdonar». Su compañero, Juan Manuel Gonzalo Miranda, pidió a las fuerzas políticas no andar con medias tintas. «O se está con la oficialidad o se está con el exterminio llingüístico», dijo.
También Iván Llera, portavoz de Iniciativa por Asturiano, entiende que debe darse un paso hacia adelante en la protección del asturiano para acabar con las discriminaciones y limitaciones actuales «incluso hasta para poner una esquela en asturiano», dijo; mientras que Esther Prieto, empresaria editorial, incidió en el valor económico que puede generar la llingua. Frente a ella, Beatriz Rodríguez Zapico, portavoz de la plataforma contra la Cooficialidad de la Llingua, argumentó que la oficialidad de una lengua «artificial» supondría la «exterminación» de las variantes locales. Atribuyó esta iniciativa al interés «de unos pocos» y alertó de que, de salir adelante, supondría tensiones en la relación entre los asturianos.
Celestino Rodríguez, decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, destacó que la oficialidad permitiría dignificar la carrera docente del profesor del asturiano mientras que Nicolás Bartolomé, jurista, subrayó que el asturiano esta perfectamente capacitado para expresar contenido jurídico. Ana Cano, catedrática emérita de Filología Romántica, admitió irónicamente que el asturiano es una «lengua inventada», como entiende Vox, «pero inventada por los asturianos que dejaron de hablar latín». Mientras que Félix Fernández de Castro, profesor de Lengua Española, reprochó el tono victimista que en su opinión utilizan los defensores de la llingua y afeó el «cuajo» de quienes se dirigen «con un discurso tronante, difícil de entender» ante un público no familiarizado con el asturiano. «Hablan de marginación porque no pueden hablar con libertad, pero no se tienen en cuenta los derechos de quienes están escuchando», recriminó.
Especial interés generó la presencia en la comisión parlamentario del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien fue invitado a participar por IU-Convocatoria por Asturias. El catedrático en Literatura Española defendió la oficialidad del asturiano y advirtió de que sin este estatus la llingua «estará siempre en desventaja» con respecto al resto de lenguas ya oficiales. «La ausencia del asturiano pasa factura y tiene muchos efectos, y no creo que ninguno positivo», llegó a decir para, después, poner en valor la colaboración entre el Instituto Cervantes y la Consejería de Cultura, así como el compromiso de la institución que preside con esa llingua.
En su relato inicial, en el que citó varios autores asturianos, defendió la «diversidad lingüística española» y vinculó el retraso que acumula la oficialidad de la llingua asturiana y el eonaviego a que «la generosidad de Asturias y su respeto a España le ha pasado factura a la hora de reconocer su propia tradición». Utilizó expresiones en asturiano como «prestome», «afalladizu» o «ser un llambión» y dijo «resultarle extraño» que alguien pueda «despreciar» su propia lengua. García Montero, a preguntas del diputado de IU-Convocatoria por Asturias, Xabel Vegas, también quiso defender el español como lengua común y mayoritaria frente a los ataques recibidos por los nacionalistas catalanes, si bien dijo comprender la preocupación de quienes temen la desaparición de las lenguas minoritarios. Igual que criticó los «falsos patriotismos» de quienes no quieren reconocer las lenguas minoritarias porque, entiende, con ello lo que hacen es «no reconocer la diversidad de España».
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