MARIO ÁLVAREZ
GIJÓN.
Domingo, 12 de junio 2022, 01:24
Desde que empezó junio, entró en vigor la Ordenanza de Movilidad por la que la etiqueta medioambiental pasa a ser obligatoria en Gijón. Carecer de ella conllevará multas de hasta 90 euros . El presidente de Otea, José Luis Almeida, no es demasiado crítico con las restricciones de circulación que afectan a Gijón. Eso sí, cree que «exigir la etiqueta medioambiental a los vehículos supone una dificultad añadida para la hostelería». Sin embargo, apuesta por convivir con esa medida, aunque tiene dudas sobre si los tiempos habrán sido los más correctos. «La apuesta de futuro está clara, intentamos dirigirnos hacia un entorno sostenible, pero tienen que dejarnos tiempo para estar preparados», señala. Añade que son los propios turistas «los que demandan el cuidado del medioambiente, pero supone una verdadera incomodidad tanto para clientes como para trabajadores».
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Además, el líder de la patronal hostelera de la región desconfía de aplicar diferentes medidas en función de la ciudad. Afirma que una legislación rígida en una ciudad y flexible en otra hace que muchas personas prefieran visitar la segunda en detrimento de la primera.
Sobre la reapertura del Muro decretado por orden judicial, el presidente de Otea afirma que «el Muro con muchos coches espanta a los clientes y vacía nuestras terrazas por el ruido».
Por ello, el presidente de la patronal turística de Asturias aboga por encontrar una solución satisfactoria para los negocios de la zona y recuerda, no obstante, que en el resto de países de Europa «se apuesta por reducir el tráfico».
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