Alumnos que comienzan el Máster de Formación del Profesorado de ESO, Bachillerato y FP. JOSÉ VALLINA

1.180 estudiantes se quedan fuera del máster para ser docente de ESO, Bachillerato y FP

190 graduados empiezan el título que habilita para ejercer la profesión y que superó su récord de preinscripciones al recibir 1.370

E. RODRÍGUEZ

OVIEDO.

Martes, 14 de septiembre 2021, 03:15

Dice Celestino Rodríguez, decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, que el máster que habilita para ser docente en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional (FP) es la «joya de la corona» del centro. Y lo es por su «importancia vital» en la Educación. Sus 190 alumnos, graduados, tienen «la enorme responsabilidad» de educar a los ciudadanos del siglo XXI, como les recordó ayer la directora general de Universidad, Cristina González, en la inauguración del curso del máster. Se trata de un título que, con 190 plazas, ha vuelto a superar su récord de preinscripciones. Recibió nada menos que 1.370, por lo que 1.180 se han quedado fuera. Hace un año la cifra era de 920.

Publicidad

Uno de los motivos para el crecimiento de este título -con dieciocho especialidades y que involucra a veinte departamentos- es la búsqueda de una salida profesional por parte de titulados de otras áreas. Y, al respecto, el decano les quiso dar un consejo: «Ser profesor es más que ser funcionario. Si buscáis un papel, una acreditación, un título para presentaros a una oposición, cometéis un error grave» y aludió a cómo otros países registran un abandono del 15% ante este tipo de situaciones. «Éste es un paso para adaptarse a la búsqueda profesional» en la docencia.

Lo hizo en un salón de actos en el que, respetando las medidas sanitarias, estuvieron presentes los nuevos alumnos. El máster siempre mantuvo su presencialidad, aun cuando estaba en vigor el 'escenario naranja'. Pero ayer, ya en un 'escenario verde', con el regreso total a las aulas, la alegría resultó «inmensa al ver una facultad de nuevo dinámica», que ha recurrido también al uso de aulas de Geología. En este contexto hacia la normalidad, tomó la palabra la nueva consejera de Educación, Lydia Espina, que ayer intervino por primera vez en la facultad desde que asumió el cargo. Como «hija, sobrina, esposa de docente, madre de dos alumnos y profesora que lleva dos décadas trabajando y disfrutando en las aulas», definió el oficio como «vocacional».

«La vocación facilita y gratifica nuestra labor. El alumno lo detecta con rapidez. Un profesor cercano, motivador, que disfruta es un revulsivo en un centro educativo», apuntó, al tiempo que aludió a la importancia de recuperar «el prestigio perdido y hacer valer la labor docente». Además de vocación, subrayó «la necesidad de formarse en conocimientos y en tecnología, en un mundo cada vez más veloz». «Formaos con rigor para hacer una sociedad mejor y ayudar a los alumnos a forjar su proyecto de vida». El vicerrector de Gestión Académica, Miguel Arias, que destacó la colaboración con la consejería para hacer prácticas, les instó a «ser innovadores, críticos, reflexivos en una carrera donde el aprendizaje es continuo».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad