Secciones
Servicios
Destacamos
EUGENIA GARCÍA
RIBADESELLA.
Sábado, 18 de agosto 2018, 04:09
Primero se oye el líquido casi deslizarse por las estalactitas, se escucha el rítmico goteo del agua al golpear la roca y sobre el negro, poco a poco, se dibuja una cueva. Y aparece una figura reconocible, la silueta de la cabeza de un caballo. ... Así, como quizás la vieran por primera vez ellos también -negro mientras los ojos se hacían a la oscuridad, en los oídos ese latido constante de las entrañas de la naturaleza-, comienza el documental '50 años de Tito Bustillo. La memoria de la Cueva La Cerezal', dirigido por Pablo Casanueva y Dolores Álvarez y estrenado ayer en un Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo en el que parecía no haber sillas suficientes.
En segunda fila estaban ellos, cincuenta años más viejos pero con la memoria de aquel día íntegra y ahora conservada para siempre en un documental en el que es la principal protagonista, ya que los directores buscaban «dar peso a la gente y al recuerdo». Porque para Ruperto Álvarez Romero, Eloísa Fernández Bustillo, María Pía Posada Miranda, Adolfo Inda San Juan, Jesús Manuel Fernández Málvarez, Amparo Izquierdo Vallina -sentados en primera fila- y Celestino Fernández Bustillo y Fernando López, ya fallecidos, (galardonados con la Medalla de Oro del Principado) lo importante desde que pusieron pie en aquella «arena como la de playa, completamente lisa, que nadie nunca había pisado antes» fue conservar la cueva.
Por eso cuando se adentraron en lo que los lugareños conocían como 'cueva La Cerezal' -y no Pozu'l Ramu, que era otra cavidad situada en la misma finca a la que se arrojaban desperdicios- convinieron mantener el descubrimiento en secreto hasta que pudieran explorarlo mejor. «Callando la boca todos quedamos en volver en Semana Santa», desvelan en el documental. Y así, un jueves 11 de abril de 1968 varios jóvenes del grupo Torreblanca y dos riosellanos -la más joven tenía 15 años- regresaron a lo que pensaban que era un descubrimiento, sí, pero no tanto. «Había un señor con unas vacas y una valla de alambre en la entrada. 'Chavalinos, ahí ni se os ocurra, que está muy profundo'. Y bastó que dijera eso...» Bajaron, evidentemente, y lo hicieron «marcha atrás». Ni la chimenea llena de murciélagos ni la oscuridad de lo desconocido les amedrentó. Cuando llegaron al fondo encontraron un chorro de agua: se lavaron las manos de tierra y pararon a comer «una lata de sardinas para todos». Y Adolfo Inda buscó un lugar discreto para solucionar una urgencia fisiológica y de paso se encontró con 25.000 años de Historia. «¡Subid, que aquí hay pinturas!», exclamó entonces.
Hallazgo
Al pobre «no le creímos». Recelosos, lo tomaron por una broma. Así que fueron subiendo uno por uno -Eloísa fue la última y la más incrédula- a admirar el 'Camarín de las vulvas', uno de los conjuntos más emblemáticos de la cueva y único en el mundo. Siguieron las casualidades. Cuando estaba llegando al río, a Tito se le apagó el carburo. Lo volvió a prender «y surgió la cabeza del caballo». «Luego nos tumbamos sobre la arena y nos dedicamos a mirar aquello, como sin acabar de creerlo». Alguien sacó una Kodak Instamatic para fotografiar el hallazgo que Ruperto pintó mil veces en su cuaderno.
Durante esos breves instantes la cueva les perteneció. Luego, antes de que pudieran alertar a la prensa local, ésta se enteró por un chivatazo y aparecerían también los medios internacionales, TVE, Paris Match. El descubrimiento copó portadas en medio mundo. Hicieron hasta una película con Félix Rodríguez de la Fuente, 'Aventura de la Prehistoria', de la que desgraciadamente solo quedan fragmentos...En medio de la vorágine, el drama. Tito, «un chaval inquieto» de apenas 18 años resbaló a la salida de una cueva en Quirós y falleció. «Su muerte fue un cambio radical en todo el grupo». También puso nombre al descubrimiento, «un museo con el mismo peso que el Louvre». Como de las estalactitas, cuando terminó la película, gotas de agua bajaban por la mejilla de más de un descubridor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Cinco trucos para ahorrar en el supermercado
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.