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CHELO TUYA
GIJÓN.
Sábado, 22 de octubre 2022, 02:58
Ya lo avanzó el pasado septiembre. Durante la presentación de la memoria 2021 de la Fiscalía Superior de Asturias, su titular, Esther Fernández, lamentó el exceso de «denuncias extravagantes», que «solo persiguen la noticia periodística» para, al final, acabar en nada, «pero generando mucho trabajo ... en los juzgados». Y lo ha vuelto a repetir.
«Ahora, en época de elecciones, se me ponen los pelos como escarpias: unos denunciando a otros, otros contra unos... Si viene uno nuevo, denuncia lo del anterior, si sigue el mismo, a veces también denuncia...», lamentó la fiscal superior de Asturias. Y lo hizo ante un público destinatario de su riña: los diputados integrantes de la Comisión de Presidencia del Parlamento asturiano, a donde acudió a presentar los resultados de su departamento el año pasado.
Esther Fernández siempre habla claro, sin rodeos, y ayer en la Junta General reiteró que las denuncias «extravagantes» generan una gran carga de trabajo sin sentido. «Hemos llegado a recibir denuncias escritas a mano, de cinco o diez folios. Eso ya supone perder a un funcionario para pasar todo eso a máquina. Y a veces no se entiende nada. Hay que notificar al denunciante toda la normativa de protección de datos, hacer un decreto... Es un trabajo muy grande para nada», resumió la fiscal superior de Asturias.
Y no fue esa su única reivindicación ante los diputados asturianos. Esther Fernández se felicitó de haber logrado «iniciar el expediente digital», así como reforzar con seis nuevos funcionarios las fiscalías. «Llevo nueve años aquí y, por fin, esta vez lo hemos conseguido», aunque pidió que la previsión de empleo «se haga con anterioridad, puesto que si crece la planta judicial, luego se tarda mucho en que crezca la plantilla necesaria».
En esa línea, se mostró absolutamente contraria a la actual gestión de la bolsa de empleo. «No tiene ningún sentido de que, en caso de baja, me manden a un funcionario que no sabe nada de lo que hay que hacer. Eso se traduce en que tengo que tener a otro funcionario para enseñarle y, a veces, cuando ya está preparado para trabajar, vuelve la persona que estaba de baja y se va».
Según aseguró, «no estoy de acuerdo con que la antigüedad se priorice sobre el buen hacer de un funcionario. No me parece lógico. ¿Me tengo que quedar con uno que lleva veinte años y sigue funcionando mal en lugar de tener a uno formado? No podemos consagrar antigüedades de personas que ni siquiera han pasado por una oposición».
En una comparecencia a la que no acudieron representantes ni de Vox ni del Grupo Mixto, y en la que solo hicieron preguntas los portavoces de PP, Ciudadanos, IU y Foro, la fiscal superior también lanzó una petición al Principado para que los proyectos en marcha «lleguen a buen puerto». En esa línea, reclamó que la proyectada fusión de las sedes judiciales en Oviedo «se amplíe en un 20% sobre lo que están pensando».
Explicó su petición en la «experiencia que tengo de otras ocasiones. Entre que se proyecta una obra y se lleva a cabo, pasa mucho tiempo. Tiempo en el que la planta judicial puede crecer. No tiene sentido que un edificio se quede pequeño a la hora de estrenarlo». A modo de ejemplo, la fiscal superior de Asturias dijo que «es como hacer un hospital y olvidar los quirófanos o sin acceso para las ambulancias. Pues eso es lo que está pasando con los edificios de Justicia».
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