Miles de jóvenes disfrutan desde el recinto C. Tangana al inicio de su actuación en Asturias. AYER DEL FESTIVAL EN FERIAL DE LLANERA. DEBAJO, FOTOS: PABLO NOSTI

Estalla con fuerza el Boombastic

Festivalón. Tras las colas y las esperas, la cascada de actuaciones y artistas como el esperado C. Tangana volvieron locos a unos 40.000 asistentes

CARLA VEGA / LUCÍA LÓPEZ PÉREZ

Viernes, 22 de julio 2022, 00:59

Dos horas antes del inicio del evento musical del año en Asturias, el movimiento en el recinto ya era abismal. A lo lejos se veía la noria que, con grandes atascos para los coches y largas colas para ingresar al recinto, era la primera toma ... de contacto visual con el festival Boombastica. «Hay muchísima más gente de la que esperaba, y eso que creíamos que veníamos temprano, pero me lo tomo con positivismo y pienso que, si aquí somos tanta gente, ahí arriba nos lo vamos a pasar de lujo», decía con emoción la ovetense Lucía Yáñez. Ella y su amiga Carlota Menéndez no acampan, pero el motivo es de peso: «Tener esto al lado de casa es un regalo». En Gijón, a lo largo de la tarde, las colas para subirse a un bus hacia Llanera se hacían largas. Hacia las 21 horas, cuando ya llevaban cuatro horas de música, aún había gente esperando para viajar. Algunos habían pagado 33 euros por un billete ida y vuelta para los tres dias del festival y el último bus se suponía que era a las 20 horas «pero no ha pasado», contaban los chavales. Lucia Fernández y Paula Cuenca tienen acceso a la zona vip, pero seguían en tierra. «Cuando llegamos habia como cinco buses, pero no pudimos subirnos porque había mucha gente», lamentaban. Lo mismo les pasó a Julian, Jimena y Javier Martínez: «Nos vamos a perder los conciertos», se quejaban. También hubo hasta carreras para entrar al recinto en Llanera. Se calcula que acuden cada día unas 40.000 personas.

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La organización trataba de que el público entrase de forma organizada. Una vez dentro, la locura era total. Gente cantando y saltando, moviéndose entre las diferentes zonas del recinto, de un lado a otro. Los 'looks' de muchos asistentes se convirtieron en protagonistas, y por si esto fuese poco, parte del 'staff' del festival se encargaba de dar el toque final con purpurina, brillos y decoración para el maquillaje. «Este servicio no me lo han dado en ningún sitio», decía entre risas la madrileña Sofía Sama. Ella, junto con sus amigas, apuraba para llegar al concierto de Sofía Ellar. En cuanto esta salió al escenario no pudo contener una lágrima. «No había tenido la ocasión de verla nunca en directo y me está flipando. ¡Es maravillosa!». Y menuda ocasión escogió para verla actuar. La artista se bajó del escenario El Águila y, saltándose la barrera de seguridad, se mezcló entre los asistentes, chocando las manos y repartiendo abrazos. «Igual se me ha ido un poco de las manos, pero no podía resistirme», dijo Ellar al volver al escenario. Después de ella llegaría el turno de Taburete, otra de las citas más multitudinarias. Casi al tiempo, en otro escenario, Enol sembraba el ánimo entre los presentes, que coreaban sus canciones. «¡Espero que os lo paséis de locos y que sea el primer año de muchos de este pedazo de festival!», gritó el artista justo antes de poner el punto final a su actuación con su éxito 'Limón'.

Entre los 'foodtrucks', la gente aprovechaba antes de los conciertos grandes de la noche para reponer fuerzas, hacerse las fotos de rigor o montarse en la noria para disfrutar de las vistas del recinto desde las alturas. Ya más entrada la noche llegaba el plato fuerte con el concierto de C. Tangana. «Buenas noches, ¿cómo estáis?», saludó escueto para delirio de sus fans. El madrileño era sin duda uno de los artistas más esperados del día. «Cuando confirmaron que venía fue cuando me decidí a comprar la entrada», decía la catalana María del Valle. Como ella, eran muchos los que estaban allí para verle. «En esta gira tiene un directo que es brutal», decía el madrileño Fran Rodríguez haciendo referencia al montaje del madrileño, que simula un convite con amigos. Una auténtica locura musical que seguiría hasta bien entrada la madrugada. En el menú que ofrecían los tres escenarios, Beret, Marc Seguí, Trueno, Ana Mena, ZZoilo... La música sigue hasta el sábado, y la fiesta.

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