Ramón Muniz / El Comercio
Viernes, 12 de junio 2020, 18:26
Faltan ocho días para que arranque formalmente el verano pero la meteorología asturiana hace caso omiso a esa proximidad y está dejando estampas blancas en las cimas asturianas. Los guardas de refugios como el de Vega de Urriellu (1.920 metros de altitud) y ... el Meicín (1.560 metros) son testigo de ello y las han retratado en las últimas horas: cumbres perfectamente blancas, más propias del invierno que del mes de junio. «Hasta hace un poco seguía nevando», confirma Sergio González, guarda del primer centro.
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El pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para este viernes era que la cota de nieve descendiera hasta situarse en algunos puntos en los 1.500 metros, con mínimas de 1 grado en Urriellu que se traduciría en una sensación térmica de -7 y tormentas que podrían llegar acompañadas de chubascos. Para el sábado en zonas de montaña todavía habría alguna helada en cotas altas pero no se esperan precipitaciones en forma de nieve por debajo de los 2.200 metros. Son condiciones que aconsejan moverse con precaución.
El refugio del Meicín lleva con la terraza y el comedor abierto desde hace tres semanas para dar cobijo a quienes han aprovechado la desescalada para volver a la montaña. Dispensan de menú «fabada y platu montañeru» además de bocadillos y paella marinera, indica la guarda Tania Plaza.
Por otra parte, Sergio González, guarda de Urriellu explica que aún no han abierto. «Solo damos servicio de cantina por un mostrador improvisado al exterior, damos cafés, caldos, bebidas, bocadillos, realizamos servicio de vigilancia y colaboramos con la Guardia Civil y bomberos de Asturias en caso de accidentes. También ofrecemos servicio de información», subraya.
No obstante, se baraja la posibilidad de abrir el día 22 junio con una reducción a un tercio de la capacidad. «Pasamos de 96 plazas a 32 plazas y todos los espacios estarán limitados. En caso de servir más cenas, se realizarán por turnos y hay un protocolo de obligado cumplimiento expuesto en el exterior del refugio», sostiene González.
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La llegada de una borrasca atlántica tardía ha dejado dos días de tormenta y de fuertes rachas de viento en el litoral asturiano y a pesar de que la perturbación fría tiende a alejarse, continuarán las precipitaciones en forma de lluvia en la región.
Además, Aemet ha decretado alerta por fenómenos costeros adversos hasta la mañana del sábado. Los cielos amanecerán nubosos o cubiertos, aunque irán abriéndose claros al final del día. Se esperan lluvias débiles y chubascos dispersos, más intensos y frecuentes en el suroeste de madrugada y en el extremo oriental por la tarde. Los termómetros ascenderán ligeramente en la región y el viento soplará flojo en el interior, pero la Aemet prevé rachas de viento muy fuerte en la costa a lo largo de la mañana.
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Para el domingo se esperan lluvias débiles y chubascos dispersos en el interior, siendo poco probables en el litoral. Las temperaturas variarán ligeramente y se mantendrán entre los 10 grados de mínima en Oviedo y los 21 grados de máxima en Gijón, Oviedo, Avilés y Langreo.
Durante el inicio de la semana no se esperan grandes cambios y la Aemet prevé lluvias débiles y chubascos dispersos durante la tarde del lunes.
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