Usuarios de la residencia pública de Grado, una de las más afectadas por la pandemia, en la fiesta de aniversario de la institución. jesús manuel pardo

El ERA recupera en un año el millón de euros en ingresos perdidos por la covid

La red geriátrica pública recibió un 30% más de peticiones en 2021 hasta facturar a los usuarios 44,9 millones tras bajar a 42,7 durante la pandemia

Chelo Tuya

Gijón

Domingo, 27 de noviembre 2022

«Toca hacer balance de, sin duda, los peores momentos que atravesó el organismo desde su creación: una pandemia mundial sin precedentes, un huracán que llegó a nuestras vidas y se cebó con las personas más vulnerables, precisamente las personas mayores». La consejera de Derechos ... Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, avanzaba en la presentación de la memoria 2020 de Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) los estragos que la covid causó en la red pública geriátrica.

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Todo porque las dos primeras olas de la pandemia, ambas en 2020, tuvieron como diana mayoritaria a las personas mayores y, entre ellas, a las que vivían en centros sociosanitarios.

Desde el 29 de febrero de 2020, cuando está datado el primer caso de covid en Asturias, hasta la Nochevieja de ese año la covid mató en Asturias a 1.548 personas. La mayor letalidad se registró en la primera ola, con 69 fallecidos en una misma semana de abril. La mayoría de las víctimas fueron mujeres, con una edad media, 83,8 años. Y, según los datos elaborados por la Consejería de Salud, en la primera ola el 66% de los fallecidos residía en un geriátrico. En la segunda ola, el 46%.

Una tragedia sin precedentes que obligó a cerrar servicios, como los centros de día, y a blindar las residencias, a las que en muchos momentos no se permitió el acceso de familiares. Aquel año el ERA, el organismo autónomo de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar que gestiona la red pública geriátrica, bloqueó 626 plazas. Quedaron libres para ser utilizadas como unidades de aislamiento covid.

Solo 835 nuevos ingresos

Y con esos mimbres, el cesto de las cifras del ERA se pusieron en números rojos. Las solicitudes para nuevos ingresos en 2021 cayeron un 19%, hasta quedar en 2.766 y no hay constancia en las estadísticas del Principado de una cifra más baja de nuevos usuarios: solo 835 entraron a residir en una de las 5.530 plazas que gestiona el ERA entre propias (3.092), de gestión indirecta (328) y concertadas con la red privada (2.110).

La bajada de peticiones y de nuevos residentes se tradujo en una caída de casi 1,3 millones de los ingresos. Según figura en las Cuentas Generales del Principado, en 2019 el ERA obtuvo 44.031.535 euros en concepto de cobro de tasas por uso. Al año siguiente la cifra bajó a 42.742.712 euros.

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Sin embargo, solo un año después la situación dio un vuelco. La propia consejera lo avanzaba en la presentación de la memoria de gestión del ERA en 2021. «Cerramos un año marcado por el regreso paulatino a la normalidad. Superado el que fue, sin duda, el periodo más difícil que atravesó el organismo autónomo, la llegada de las vacunas y las lecciones aprendidas durante los meses más duros de la pandemia nos permitieron en 2021 abrir un camino de normalización que aún hoy continúa».

Unas palabras que apoya con datos. En solo un año, el número de solicitudes para acceder a una plaza geriátrica (pública o concertada) creció un 30%, hasta llegar a 3.596, la segunda cifra más alta del histórico del ERA, solo superada por las 3.875 recibidas en 2018.

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Un aumento en la demanda que fue acompañado de otro en el volumen de ingresos. Después de haber caído a 835 entradas en 2020, al año siguiente pasaron a residir en las plazas públicas o concertadas 1.524 personas. Una cifra, no obstante, lejos de la media de años anteriores, que superaba los 2.000 ingresos.

Aún así, las cuentas del organismo autónomo se recuperaron de la covid. En solo un año pasaron de dejar de ingresar casi 1,3 millones a ver entrar por caja 2,2 millones más. La Cuentas Generales del Principado cifran en 44.893.877 los euros aportados por los usuarios al ERA el año pasado.

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Una cifra no solo superior a los años de pandemia, sino también por encima de ejercicios anteriores. En 2019 el ERA recibió 44.031.535 euros. En 2018, 43.834.927. Ambos por debajo de la cifra final lograda en 2021.

Lo que no ha cambiado la pandemia es el perfil de la persona que logra una plaza en una residencia para mayores. De las 1.524 que se incorporaron en 2021 a la red geriátrica pública la mayoría, 1.017, tenían más de 80 años y algún grado de dependencia. Y, en línea con la pirámide demográfica asturiana, de ese grupo la mayoría, 833, eran mujeres. Ellas son protagonistas en al red ERA.

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Como tampoco ha cambiado que la mayoría de las peticiones lleguen de las áreas que encabezan Gijón y Oviedo, con un 25% del total.

Plazas gestionadas por Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA), el organismo autónomo de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar que gestiona la red geriátrica pública. La mayoría de las plazas, 3.092, son de gestión directa. Se suman 320 de gestión indirecta y otras 2.110 concertadas con la red geriátrica privada.

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