«Era capaz de quitarse siempre de la luz y ponérsela a los demás»

Su forma de entender esta profesión le llevó a tocar todos los ámbitos, a acercarse a todos, a ser accesible para todos, siempre con disponibilidad y amabilidad y haciendo del rigor bandera para poner negro sobre blanco que la vieja escuela del periodismo nunca muere. «Llevo trabajando 25 años en prensa y 30 en medios de comunicación, he conocido a un montón de periodistas y Marcelino era uno de los tres mejores que me he encontrado, uno de esos que nunca tenía suficiente, que decía el día ha estado bien, pero podía haber estado mejor, que es cuando conoces a los verdaderos genios», reflexionaba Luis Enríquez, CEO de Vocento, tras fundirse en un abrazo con la familia.

El golpe en este periódico ha sido duro, pero también en el grupo editorial del que forma parte. Ignacio Ybarra, presidente del consejo de administración de Vocento; Fernando Belzunce, director editorial de Vocento; Íñigo Barrenechea, director general de El Correo y El Diario Vasco, además de coordinador de medios regionales de Vocento; Iñaki Arechabaleta, director de Negocio del grupo; Lorena Rodríguez Barreal, directora general de Recursos Humanos de Vocento; Benjamín Lana, director general de Vocento Gastronomía; y Alfonso Aldeyturriaga, director de Colpisa, entre otros, se desplazaron a Gijón para brindar su calor a la familia y a una Redacción devastada.

La Casa Real también se sumó al pésame con un telegrama en que los reyes se mostraban «muy apenados ante el repentino e inesperado fallecimiento de Marcelino», un mensaje dirigido a su familia.

La cascada de pésames que se vivió durante toda la jornada hasta la finalización del funeral fue abrumadora. El presidente del Principado encabezó una representación del Gobierno regional en la que estuvo presente prácticamente todo el ejecutivo, que dejó constancia con sus palabras de la importancia que Marcelino Gutiérrez tenía para esta región. «Era una figura, el tiempo lo va a demostrar, imprescindible para el periodismo asturiano. Va a costar suplir su papel y su presencia permanente», afirmó Ovidio Zapico, consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos y coordinador general de IU en Asturias.

Marcelino era una persona joven que se ha ido con solo 48 años, pero tanto los exprimió que le dieron para tejer estrechas relaciones en todos los ámbitos. El presidente de la Junta le conocía «bien» y no puede tener «mejor percepción de él, ni como persona ni como profesional. Era un hombre discreto, culto, inteligente y que ejercía su profesión como la hay que ejercer, el viejo periodismo».

Diego Canga, portavoz del PP en la Junta, se mostró desolado por el fallecimiento de «un profesional de los pies a la cabeza que era, encima, una buena persona. Se nos va un grande del periodismo asturiano». También lloró la pérdida de «un periodista brillante y un trabajador infatigable que ha dejado su impronta en su paso por la dirección de EL COMERCIO» el senador Pablo González. Tampoco a la diputada de Podemos en la Junta, Covadonga Tomé, le era ajeno el director de este diario, a quien definió como «un ejemplo de discreción, corrección y generosidad».

La emoción que ha provocado el fallecimiento de Marcelino Gutiérrez ha sido como un temblor que se ha notado en toda Asturias, en el ámbito regional, pero también en el local. La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, fue clara en su análisis de una figura difícil de repetir. «Supo entender Gijón y Asturias como nadie porque vivía por y para contarlas a través de un oficio que le debe mucho». La vicealcaldesa Ángela Pumariega destacó e él «su fino análisis, siempre en defensa de los intereses de Gijón y de Asturias, era una guía imprescindible para todos».

También el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, quiso abrazar a la familia y mandar un mensaje. «Era una persona entrañable. Le recordaré siempre como una persona seria, cercana y amable». La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, lamentó la pérdida de un hombre «que aún tenía mucho que dar al periodismo», una persona «siempre dispuesta a echar una mano, con una mirada y un análisis que iban mucho más allá de la superficialidad del día a día».

Una de las cosas que hacían especial a Marcelino Gutiérrez era su capacidad para escapar de los focos. Poco importaba que buena parte del éxito fuera responsabilidad suya: si un compañero, nunca subordinado, merecía un aplauso, no sería él quien se lo quitara. «Era capaz de quitarse siempre de la luz y ponérsela a los demás, un líder nato de su gente, un fuera de serie», destacaba Benjamín Lana de quien fue durante años su compañero en esta casa y con el que ha seguido manteniendo una estrecha relación. «Pierdo un amigo, un periodista de raza. Era cariñoso, humano, honesto y humilde», afirmó el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde. Su predecesor en el cargo, Santiago García Granda, insistía en una idea, la de la generosidad, que el que fuera director de este periódico cultivó con esmero. «Era una persona que solo buscaba ayudar».

Las condolencias llegaron también de toda la Corporación municipal gijonesa. Todos los grupos mostraron su pesar por el fallecimiento y el PSOE, a través de su portavoz, Luis Manuel Flórez 'Floro', anunció que pedirán al Pleno «que la ciudad rinda homenaje a quien dedicó su vida a contar la realidad desde las páginas del diario Decano».

El ámbito de la empresa no era para nada lejano a Marcelino Gutiérrez, siempre pendiente de cómo esta región podía superar sus déficits. María Calvo, presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios, describió a «un periodista de raza y vocación que todo lo hacía contribuyendo para hacer una Asturias mejor». Tampoco le eran ajenos a Marcelino los sindicatos. El secretario general de UGT en Asturias, Javier Fernández Lanero, lamentó el fallecimiento de un periodista «siempre cercano, riguroso y ético, también en los malos momentos. Un profesional de esos que buscaba la verdad».

El ámbito del deporte tampoco pasó sin despedirse de Marcelino Gutiérrez. Una representación del Sporting, encabezada por su presidente ejecutivo, David Guerra, acudió al tanatorio para recordar a «una persona que te escuchaba desde el primer día sin necesidad de dejar su opinión en cada momento, y que desde la moderación te hacía reflexionar». Desde el Real Oviedo, su presidente, Martín Peláez, también mostró su pesar por el fallecimiento.

También la nueva directora general de Deportes, Manuela Fernández, se sumaba al pésame recordando haberle visto en actos deportivos en los que, como director, no tenía por qué encontrarse. «Era un referente».

La lista de condolencias es interminable. Gregorio Rabanal, presidente de Hunosa, el definía como un «una persona imposible de sustituir». Jesús María Chamorro, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, como «alguien que se hacía querer». Ovidio de la Roza, presidente de la patronal del transporte Asetra, se paraba en «el gran impulso» que le dio a esta casa.

Leopoldo Tolivar Alas, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad de Oviedo, destacaba su «objetividad extraordinaria» y su «integridad», mientras que la exalcaldexsa de Gijón, Ana González, lo definía como un «periodista total, un gran observador de la realidad a la que unía una profunda reflexión con mucho cariño y afecto».

El Ayuntamiento de Llanes, el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, la Sociedad Internacional de Bioética, el Colegio de Farmacéuticos de Asturias, el Banco Sabadell, Unicaja Banco, el Colegio de Médicos de Asturias, la Sociedad Española de Participaciones Industriales, el Telecable Hockey Club... nadie quiso dejar de mostrar su pesar por el fallecimiento de un gigante del periodismo que con tenacidad a prueba de bombas, su constancia, su humildad y su voz suave y calmada es ya historia del periodismo de esta región.