«El equilibrio entre cómo van a aprender y cómo se les va a evaluar es absolutamente acertado»

«Absolutamente acertado». La consejera de Educación, Lydia Espina, valoró de forma muy positiva el primer borrador de la nueva EBAU presentado ayer por la ministra Pilar Alegría a los titulares de las respectivas comunidades autónomas para su aplicación a partir del curso 2023-2024. Tras subrayar «el enfoque competencial» que va a tener la prueba, en consonancia con la nueva ley educativa, por lo que «es completamente coherente», Espina ve «absolutamente acertado el equilibrio que se plantea entre cómo van a aprender los alumnos y cómo se les va a evaluar».La consejera celebró más aspectos al término de la reunión telemática con la ministra. El primero, que «sea un documento bastante trabajado», a partir del cual las comunidades podrán crear grupos de trabajo y hacer aportaciones hasta perfilar el documento final. Dicho proceso comenzará a partir de septiembre.

Y después, subrayó Espina, que la aplicación de los cambios sea gradual. De este modo, recordó que la fase transitoria se extenderá durante los tres próximos años y afectará a los alumnos que este curso inician tercero y cuarto de la ESO y primero de Bachillerato. En su caso, la prueba se dividirá en cuatro ejercicios: uno sobre la materia de modalidad, dos sobre las asignaturas comunes de Historia de la Filosofía e Historia de España, y el cuarto girará en torno a las destrezas lingüísticas. Su objetivo es evaluar la madurez académica del alumno. Transcurrido el periodo transitorio, a partir del curso 2027-2027, el ejercicio de madurez sustituirá a las materias comunes y a él se unirá la prueba de modalidad. La consejera destacó que «la propuesta sea equiparable a todas las comunidades, pero manteniendo nuestra identidad, nuestra idiosincrasia».