«La salud es un tema ideológico, pero no debería ser un tema partidista»

-¿Preparado para defender el nuevo mapa sanitario en el Parlamento asturiano?

-Es fácil estarlo. Se trata de un documento serio en cuanto a diagnóstico de la situación y en cuanto a propuestas. Las condiciones sociales, demográficas, de movilidad...no son las mismas de hace 40 años y es necesario hacer un cambio. Lo que no cambian son los principios de accesibilidad y equidad, es decir, que cualquier persona tiene una asistencia sanitaria de calidad independientemente de donde viva, y el respeto a los derechos de los profesionales, que son la base de cualquier sistema sanitario.

-Más allá de la comisión de salud, ¿la Junta General tendrá ocasión de pronunciarse?

-No tiene por qué. Los decretos de Gobierno, como es el caso, no necesitan aprobación de la Junta General del Principado. Otra cuestión es que, desde el Gobierno y desde la Consejería de Salud, se haya querido que todos los grupos políticos y agentes implicados participen. La salud es un tema ideológico, porque hay distintas formas de enfocar la asistencia sanitaria, pero no debería ser un tema partidista.

-¿Y usted qué cree? ¿Habrá consenso o refriega política?

-Yo lo que creo es que la intención del Gobierno, de la Consejería y del grupo parlamentario es llegar a un acuerdo y que este nuevo mapa sanitario cuente con el mayor apoyo posible. La Salud es un bien común.

-El PP ya se ha posicionado en contra. ¿Qué opina?

-Lo veo con cierta tristeza. Podían hacer propuestas al margen de decir no a todo. Pero todavía no las hemos escuchado, tanto interés que tienen en mejorar la sanidad en Asturias. Deberían dejar esa oposición a todo y aportar cuestiones concretas. Aunque, la verdad, no confío mucho, viendo las políticas que el Partido Popular desarrolla en materia de salud allí donde gobierna. Asturias está a la cabeza de la inversión sanitaria por habitante y, a la cola, están comunidades gobernadas por el PP.

-Sin el apoyo del PP, que ha ganado peso territorial en las últimas elecciones, ¿se complica la implantación del nuevo modelo sanitario?

-Es evidente que el PP está utilizando el miedo para intentar alimentar lo que ellos consideran que les puede producir rédito electoral. Pero esa posición no se va a sostener en el futuro, porque aquí no se va a cerrar ninguna instalación sanitaria y en los presupuestos hay 88 millones previstos para inversión. Mientras el PP dice que se va a cerrar el hospital de Jarrio, donde cierran centros sanitarios es en Castilla y León y donde despiden al personal es en Madrid. ¿Nuestro sistema de salud es mejorable? Por supuesto. Pero Asturias tiene un buen sistema de salud y esta reordenación lo va a hacer más sostenible y eficiente.

-En las comarcas periféricas, especialmente en el occidente, no lo ven tan claro.

-Les diría que, en ningún caso, se cerrarán centros de salud, consultorios u hospitales comarcales como el de Jarrio. El objetivo de toda esta reordenación no es que los pacientes se desplacen por toda Asturias, sino que reciban asistencia sanitaria lo más cerca de su domicilio. Somos conscientes de las dificultades que hay, pero mejorarán las condiciones de los puestos de difícil cobertura; se reducirá burocracia al optimizar la gestión; y estas zonas, el Occidente y el Oriente, ganarán en calidad asistencial porque los equipos profesionales trabajarán en áreas más grandes, más coordinadas y con más servicios. No son simplemente palabras. Lo que decimos tiene plasmación presupuestaria. Así que me parece un poco deshonesto que el PP hable de recortes.

-Convencer a los profesionales sanitarios también va a ser un hueso duro de roer, porque están hartos de tanta movilidad forzosa.

-El borrador del mapa sanitario es un documento abierto y hay muchísimas cuestiones que se van a negociar con ellos. No se va a hacer nada sin escuchar a los profesionales. Aparte, ya se están dando pasos para mejorar sus condiciones laborales. En los presupuestos del Principado, de hecho, hay un aumento del 12% de la partida dedicada a personal. Insisto con el presupuesto porque los números dan solvencia a las palabras. No será de un día para otro, pero habrá mejoras; se incorporarán nuevas cohortes de especialistas, que nos van a permitir contar con más profesionales; y al reducir burocracia, van a poder centrarse en lo importante, que son los aspectos clínicos.

-Siendo Asturias una de las comunidades que más invierten en sanidad, ¿por qué el sistema arrastra tantos problemas?

-Por un lado, Asturias tiene un índice de envejecimiento mayor que otras comunidades, y eso se traduce en más enfermedades y mayor cronicidad. Por otro, está la dispersión geográfica y la apuesta de los gobiernos socialistas por no dejar a nadie sin asistencia médica con independencia de donde viva. Y eso tiene un coste. Aunque sea mejorable y tenga problemas como las listas de espera, podemos estar muy orgullosos de nuestro sistema sanitario. Con el nuevo mapa, se optimizarán los recursos y la gestión burocrática. Pero quien diga que puede hacer lo mismo con menos dinero miente.

-¿Cuándo está previsto aprobar el nuevo modelo sanitario?

-Los plazos los maneja el Gobierno y la Consejería. Cuanto primero se apruebe, antes se empezarán a implementar las mejoras. Pero el nuevo mapa sanitario tiene que ser un documento con el que todos nos sintamos a gusto. No va a ser todos, completamente, pero sí creo que podemos conseguir un consenso amplio, salvo que haya intención de paralizar por paralizar. Así que, aunque el objetivo es aprobarlo este año, para mí no es tan importante el cuándo como el hecho de que todo el mundo se sienta partícipe del proyecto. Un mapa sanitario son más que rayas. Estamos hablando del futuro de la sanidad asturiana.