Entran en la lista de espera para operarse casi 600 pacientes más de los que salen

En julio, entraron en lista de espera quirúrgica casi 600 pacientes más –concretamente, 585– de los que salieron: 5.425 frente a 4.840. Una diferencia del 11% que complica la situación en los hospitales públicos de la región a pesar de haber realizado 4.004 operaciones el mes pasado. En el caso de las consultas externas, la lista de espera ha crecido en 1.938 pacientes desde 30 junio.

«Se está inyectando muchísimo dinero al sistema para financiar los programas especiales, pero la situación no revierte. Así que hay que buscar otro tipo de soluciones», incide Francisco Menéndez en representación de Sicepa-Usipa. Y propone: «Debería hacerse una auditoría servicio por servicio para ver qué falla, dónde están las carencias y si la jornada ordinaria es eficiente o se puede mejorar». Una auditoría, puntualiza Menéndez, «externa, seria y profesional».

Desde el punto de vista del Sindicato Médico Profesional (Simpa), «es imposible mantener embridadas las listas de espera si no se solucionan las causas estructurales», porque «la demanda continúa aumentando» y «a los profesionales ya no se les puede pedir más». Para su secretario general, José Antonio Vidal, «el problema de fondo reside en que no hay suficientes facultativos para cubrir las plantillas». En concreto, apunta, «nos faltan unos 260 especialistas en los hospitales». Así que «no podemos perder ni un solo residente» y «quizá sea el momento de darle una nueva vuelta a los programas especiales».

Dichos programas implican una remuneración extra a quienes prolongan su jornada laboral para operar y pasar consulta también en horario de tarde. «El número de consultas médicas pendientes es impresionantemente alto», lamenta Vidal. Algunos profesionales sanitarios ya no hablan de listas de espera, sino de «listas que desesperan». Por tanto, «aun teniendo una sanidad pública que es una joya, hay que mejorarla», insta la responsable de Igualdad y Política Social de Comisiones Obreras, Úrsula Szalatasa. Y añade: «Cada vez hay una mayor demanda asistencial y la cartera de servicios de nuestra sanidad es cada vez mayor. Se necesitan recursos, tanto profesionales como infraestructuras. Y habría que preguntarse por qué los sanitarios cogen las maletas y se nos van fuera».