La residencia Os Gozos, de la Fundación San Rosendo, donde se trasladó a las residentes. E. C.
Coronavirus

Entierran en Lugo a una tinetense con la identidad de su compañera de geriátrico

Ambas usuarias fueron trasladadas de residencia al estar contagiadas y se produjo un «error de identificación» en el transporte en ambulancia

E. C.

TINEO.

Martes, 26 de enero 2021, 02:21

R. B. compartía habitación con la tinetense C.A., en la residencia San Bartolomeu de Xove (Lugo). Ambas habían dado positivo en coronavirus en un cribado entre los usuarios y trabajadores de la residencia. Ante esta situación, fueron trasladadas a Os Gozos de Pereiro ... de Aguiar, en Orense, pues la Fundación San Rosendo, que gestiona ambos centros gallegos, tiene allí una planta aislada donde trasladan a los contagiados de coronavirus para poder atenderlos cumpliendo las medidas sanitarias.

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Según la fundación, este traslado se llevó a cabo «con el consentimiento de las familias y las consellerías de Sanidad y Política Social». El traslado fue realizado por el servicio de ambulancias adscrito al Hospital de Burela, al que le corresponde el centro de mayores de Xove. Y fue en ese traslado donde se desencadenó la confusión debido a un «error de identificación», tal y como asumió la Fundación en un comunicado remitido a los medios. En ese momento se intercambiaron las identidades de estas dos residentes.

El pasado 13 de enero una de las dos mujeres falleció y se notificó a la familia su muerte. Pero dicha notificación se hizo con las identidades ya cambiadas. Así, la familia de la tinetense creyó que C. A. se había recuperado, mientras que los seres queridos de R. B. lloraban su pérdida. La fallecida llevaba «unos años viviendo» allí antes de su ingreso en la residencia San Bartolomeu, según indicó el alcalde de Xove, Demetrio Salgueiro. que atribuyó el cambio en la documentación a «una avería» que sufrió la ambulancia durante el desplazamiento entre ambos centros residenciales.

Los protocolos de la pandemia obligaron a que el ataúd permaneciese sellado a cal y canto durante todo el sepelio. Por este motivo, los familiares no llegaron a percatarse de que no estaban velando a R. B., según indicaron a la agencia Europa Press fuentes municipales. Y fue así hasta pasados diez días.

Entonces, la mujer que supuestamente había fallecido y había sido velada en el cementerio lucense daba negativo en su prueba PCR. Estaba preparada para regresar a la residencia de Lugo de donde había partido junto a la asturiana. En el geriátrico la lloraba aún su marido, también residente, que aún trataba de asimilar su pérdida cuando se percataron del error.

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«Son dos personas con deterioro cognitivo, por eso la mujer tampoco nos sacó del error cuando la llamábamos por otro nombre», apuntaron fuentes de la Fundación, que lamentó «profundamente el desafortunado incidente» ocurrido estos últimos días.

«Error puntual»

Desde la entidad aseguraron haber informado de forma «inmediata» a las familias afectadas por esta confusión. Además, subrayaron que fue un «error puntual y aislado». Por otro lado, se ha remitido un escrito a los juzgados tanto de Orense como de Viveiro (Lugo), en un intento de reiniciar los trámites para poder normalizar la situación. O lo que es lo mismo, permitir el traslado del cadáver de la tinetense para darle sepultura con su verdadera identidad y, por otro lado, recuperar la consideración legal de persona viva para la gallega a la que dieron por muerta.

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