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CECILIA PÉREZ
OVIEDO.
Viernes, 3 de noviembre 2017, 01:02
Médico dermatólogo, presidente de la Unión de Centro Democrático (UCD) en la primera legislatura de la democracia, concejal en el Ayuntamiento de Oviedo, primer presidente de la Fundación Príncipe de Asturias y, ante todo, «una buenísima persona». Así recordaron compañeros de profesión, amigos y ... familiares a Adolfo Barthe Aza, fallecido el pasado 17 de marzo a los 87 años. Ayer, recibió un sentido y emocionado homenaje de manos de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias. Un acto al que también acudió el rector de la Universidad, Santiago García Granda.
El lugar no fue elegido al azar ya que Barthe Aza formó parte de su junta directiva, como tesorero, durante ocho años. Allí coincidió con el doctor Manuel Álvaréz-Uría, éste como presidente de la Real Academia de Medicina. Ayer, Fernández-Uría rindió su particular homenaje a «un amigo». En un sentido discurso, destacó el «amor a la verdad» que profesaba Adolfo Barthe Aza en todos los aspectos de su vida profesional y también de la personal. «Los médicos debemos ser más estrictos en el ejercicio de la verdad, es nuestra obligación deontológica», aseveró el catedrático de Biología Celular de la Universidad de Oviedo durante su discurso.
Emotivas también fueron las palabras que dedicó el director emérito de la Fundación Princesa de Asturias, Graciano García. Lo hizo en boca de Ana de la Calle, ya que él no pudo asistir. El discurso fue una oda de agradecimiento a Adolfo Barthe Aza, primer presidente de la Fundación Princesa de Asturias. Graciano García recordó la «soledad» de los primeros pasos de la Fundación, cuando «buscaba patronos» para su constitución. Un proyecto que el propio Adolfo Barthe Aza acogió con un «ya era hora de que alguien viniera a verme para pedirme algo y que no fuera para sí», recordó. «Adolfo fue médico de mi familia y mío durante no pocos años, sin horarios, siempre dispuesto ayudar», resumió Ana de la Calle las palabras de Graciano García.
Esa entrega a los demás fue lo que también destacó su colega José Sánchez del Río. «Barthe nos enseñó a amar la profesión sirviendo a los demás no sirviéndose de los demás», aseveró. Frase que hizo extensible a la faceta política de Barthe Aza como hombre comprometido políticamente con la transición, «impulsivo e impulsor».
La parte más emotiva llegó con la intervención de una de sus hijas. Marta Barthe García de Castro recordó a su padre como un «ejemplo de actitud, honestidad y coherencia» y subrayó que «es imposible entender la manera de ser de mi padre sin mi madre». Al homenaje al dermatólogo asistieron representantes del mundo de la política, de la abogacía, del arte y compañeros de profesión.
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