Los empresarios reclaman una Asturias «que recupere su potencial»

«El Día de Asturias es una buena ocasión para reafirmar el compromiso de Fade con nuestra tierra», asegura la presidenta de la patronal asturiana, María Calvo, un compromiso que pasa «por impulsar una verdadera revolución digital, por diseñar una formación acorde a las necesidades de las empresas y por aprovechar al máximo la oportunidad que suponen los fondos europeos».

Tres recetas que la nueva líder empresarial regional tiene claro que serán fundamentales para el desarrollo de la comunidad. «Queremos que Asturias sea una región atractiva para hacer empresa, que pueda retener y atraer talento. Porque estamos convencidos de que el futuro de Asturias depende del futuro de sus empresas», subraya Calvo.

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, el momento es «decisivo» para recuperar el potencial empresarial, pero para ello aboga por la modernización del tejido productivo para seguir compitiendo. Asturias se enfrenta a grandes retos, como son la elaboración de sus presupuestos, «que indefectiblemente deben estar focalizados en la inversión productiva; y una distribución y aprovechamiento de los fondos de la UE que, entre otras cuestiones, nos permitan avanzar en la transición energética, la digitalización y la cohesión social», asegura.

El presidente de la Cámara de Oviedo, Carlos Paniceres, califica el presente económico como «complicado», con un decrecimiento progresivo en los últimos años. De ahí que para revertirlo abogue por «una planificación económica a largo plazo, por encima de los mandatos electorales». En este sentido, las entidades camerales tienen un plan «para engrandecer la región». Entre las medidas que incluye se encuentran la atracción de actividades empresariales tractoras y la promoción de polos innovadores de especialización. El objetivo es ambicioso, que el PIB crezca en un 30% en menos de 10 años.

Luis Noguera, presidente de la Cámara de Comercio de Avilés, coincide. «Venimos trabajando en la captación de inversiones y queremos ser un factor clave en la implantación de nuevas empresas tractoras a través de la colaboración público-privada», explica. Desde el punto de vista económico su mayor preocupación «debe ser la mejora de la tasa de actividad de Asturias» y también la empleabilidad de los jóvenes.

Para Guillermo Ulacia, presidente de Femetal, hay dos cuestiones «vitales que determinarán el futuro de Asturias». Por un lado, salvar las empresas que aún tengan dificultades y sean viables, «articulando fondos de rescate o créditos participativos» y, por otro, seguir invirtiendo en aspectos estratégicos como el desarrollo de nuevas tecnologías y el aprendizaje a lo largo de la vida. «Canalizar los fondos de UE para conseguir una industria más competitiva y que la inversión llegue a las pymes para avanzar hacia la industria 4.0 son desafíos inmediatos que se deben abordar con rigor», señala, así como lograr que los trabajadores tengan competencias para esas nuevas exigencias digitales.

Por su parte, Joel García, presidente de CAC-Asprocon, apunta como mayor reto «algo que nada tiene que ver con la construcción»: ir hacia la normalización sanitaria. Ya desde el punto de vista de los constructores, aboga por imponer cuanto antes «la antiburocracia». Lograr esa prometida agilidad administrativa lo más pronto posible para no perder fondos europeos.

Además, el presidente de AJE Asturias y vicepresidente de Fade, Pablo García, reclama «una política de volantazo con estrategias a medio plazo» porque ve en la comunidad «un potencial enorme» y como ejemplo pone el tirón que ha tenido el Principado en verano. «Es un lugar excepcional para vivir y rico en recursos de todo tipo», destaca. Sus recetas pasan por potenciar la cultura emprendedora, mejorar la orientación laboral y poner fin a problemas históricos como las comunicaciones.