Los empresarios de Cabrales denuncian la «falta de mantenimiento» en la Ruta del Cares

Sin embargo, los empresarios turísticos de Cabrales entienden que la muerte, el pasado sábado, de una joven portuguesa al caer desde una altura de más de 20 metros tras apoyarse en una de las vallas que limitan el camino, cerca del puente de La Jaya, podría haberse evitado con un mejor mantenimiento de este tipo de instalaciones. «Hemos visto muertes en el Cares por desprendimientos, caídas, imprudencias... pero no recuerdo ninguna por falta de mantenimiento», declaraba ayer el presidente de la asociación Otea Destino Cabrales, Sami W. Hammoudeh, quien confía en que la vida que la ruta del Cares se llevó el sábado sea «la primera y la última» en este espacio protegido por esta causa.

El sector turístico cabraliego denuncia la «dejadez» a la que el Parque Nacional de los Picos de Europa tiene sometida esta ruta, que presume de ser una de las más visitadas de la cordillera Cantábrica, ya que por ella transitan al año unas 200.000 personas y, en general, a todo el concejo. Piden los empresarios que el fatal accidente sea por tanto «un punto de inflexión» para la Administración y que, igual que el sector privado realiza durante el invierno inversiones en el mantenimiento de sus instalaciones para que estén en perfecto estado en la temporada alta, «el Parque Nacional y el Ayuntamiento de Cabrales deberían hacer lo mismo con la senda del Cares y el resto de los puntos más visitados del concejo», reclama el empresario. «Todos sabemos que las vallas de madera en un lugar como Cabrales hay que mantenerlas porque con la humedad del invierno se pudren. Y, si no las pueden mantener, es mejor que las pongan de otro material», añade el portavoz de la asociación turística. Asegura, de hecho, que hay en el concejo varios puntos críticos en los que, igual que en el lugar donde cayó el sábado la turista portuguesa, las vallas están en mal estado y suponen por ello un peligro para quienes puedan apoyarse en ellas. Concretamente, cita las vallas del puente de Valdelabarca, así como otras instaladas en el recorrido que hay entre la Cueva del Queso de Cabrales y el aparcamiento de Llaneces, ambas en Arenas, si bien estas últimas están señalizadas por peligrosas por el Ayuntamiento.

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O. VILLA

Precisamente el Ayuntamiento de Cabrales encargó un estudio a los técnicos municipales sobre el estado en el que se encontraban los soportes de madera en los que se apoyó la turista, aunque, según fuentes acreditadas, la buena conservación de los mismos sería responsabilidad del Parque Nacional de los Picos. «En el Parque Nacional solo se dedican a prohibir, pero luego no cuidan nada. El invierno en Cabrales es muy largo y hay que aprovecharlo para comprobar cómo están este tipo de las cosas y planificar lo que hay que arreglar de un año a otro. No se puede esperar al verano a que pasen estas cosas. Espero que sirva de examen de conciencia», concluye el empresario.

El trágico suceso tuvo lugar el sábado pasadas las siete y media de la tarde cuando la joven, que formaba parte de un grupo de medio centenar de deportistas portugueses, prácticamente había llegado al final de la ruta, que habían comenzado hacia la una de la tarde en Posada de Valdeón. La mujer se apoyó en una de las vallas, que cedió, y cayó al cauce del Cares. Su marido se lanzó ladera abajo para tratar de socorrerla. Cuando los equipos de salvamento llegaron a la zona varios de los compañeros de la pareja la habían sacado del río a la orilla y le estaban realizando maniobras de reanimación cardiopulmonar. Se movilizó al equipo de rescate del SEPA, a bordo de la aeronave medicalizada, que monitorizaron a la afectada y continuaron con las maniobras de reanimación, pero finalmente nada se pudo hacer para salvar su vida.