La sorpresa de UPyD

El asturiano Adán Fernández se ha convertido, por sorpresa, en el líder de la formación magenta tras la precipitada salida del partido -a menos de dos meses de las elecciones locales y regionales- de Ignacio Prendes. A Adán Fernández le toca lidiar con la difícil tarea de sacar adelante un partido que se ha resentido, especialmente en Asturias, con la crisis interna de la formación. Afiliados y simpatizantes han dejado UPyD Asturias y gran parte de la anterior dirección regional se ha integrado en Ciudadanos.

Adán Fernández nació en Vegadeo el 18 de septiembre de 1980 y estudió en esa localidad hasta que finalizó el bachillerato de letras, que terminó con Matrícula de Honor. A los 18 años Adán Fernández se trasladó a Oviedo donde comenzó la carrera de derecho y estuvo viviendo en el Colegio Mayor América del que fue decano, una etapa que el candidato a la presidencia del Principado de UPyD define como una de las mejores de su vida. El vegadenese aparte de Derecho ha realizado varios cursos de radio y colaborado en la ya desaparecida Radio Vetusta. Apasionado del teatro y los musicales, tiene tres debilidades: sus ahijadas, a las que dedica el mayor tiempo que puede, según el mismo confiesa.

Su andadura política comienzó en 2009 cuando se afilió al partido liderado por Rosa Díez, aunque no fue hasta el 2012 cuando empiezó a formar parte del equipo de trabajo de UPyD en la Junta General donde ha sido responsable de comunicación del Consejo Territorial en Asturias. Fernández ha sido también responsable de la organización de UPyD en Oviedo y en la actualidad pertenece al Consejo Político Nacional del partido.

El político, al que sus compañeros definen como muy detallista, leal y entregado, no se amilanó ante el reto encabezar la lista del partido tras la salida de Ignacio Prendes y de parte del equipo formado alrededor del diputado, que ahora se ha integrado en Ciudadanos tras el pulso entre Prendes y Díaz.

El desencuentro entre muchos de los miembros de UPyD y Rosa Díaz comienza a fraguarse con el enfrentamientos entre la líder del partido y Francisco Sosa Wagner que, finalmente, abandonó su escaño en el Parlamento Europeo el 17 de octubre de 2014, tras ser destituido por la dirección del partido. Sosa Wagner abogaba por un acercamiento a Ciudadanos tras el mal resultado de las elecciones europeas, algo que se intentó pero que, tras varias reuniones con Albert Rivera, terminó sin llegar a acuerdo alguno, lo que agudizó la mala relación personal de la líder de UPyD y del líder europeo, que terminó por abrir la caja de los truenos.

La crisis de UPyD se radicalizó en dos corrientes: la de los rosistas por un lado y, por contra, otra proclive a la alianza con Ciudadanos. Por su parte, Ignacio Prendes destacó dentro de la formación magenta por una postura de mayor autonomía que le hizo ir por libre en numerosas ocasiones respecto a la dirección central. Sin embargo la poca sintonía con ésta se hizo más palpable cuando se alineó claramente con los críticos de Rosa Díez tras el descalabro electoral de UPyD en las elecciones andaluzas; aunque Ignacio Prendes fue más lejos y junto con el coordinador territorial, Rafael Delgado, convocó una asamblea de militantes para valorar su posible unión con Ciudadanos en las elecciones regionales. Ante esta tesitura, la dirección respondió con la destitución de los órganos regionales, lo que dejaba a Ignacio Prendes con poco margen de maniobra. Aun así, el exlíder de UPyD Asturias mantuvo la cita en la que, según el ahora número dos de Ciudadanos, la gran mayoría apoyó un pacto con el partido de Albert Rivera. El Consejo de Dirección de Unión Progreso y Democracia no siguió con el pulso con el político gijonés y decidió sustituir a Ignacio Prendes por no acatar las decisiones del partido.

Tras el vacío dejado por Prendes, a menos de dos meses de las elecciones, y en un tiempo récord -menos de 10 días- se nombró a Adán Fernández, más cercano a la línea rosista como nueva imagen del partido. Adán admite huir del personalismo que representaba Ignacio Prendes en el partido. Según el candidato a la presidencia del Principado, el apoyo de los militantes fue elegido por unanimidad de los asistentes a la asamblea- ha sido clave para aceptar presentarse como cabeza de lista en las próximas elecciones. El vegadense quiere demostrar que en los siete años que lleva en UPyD se ha hecho un trabajo excelente y no solo gracias al escaño conseguido en la elecciones de 2012. El objetivo que persigue el candidato es revalidar la confianza mostrada por los votantes y volver a ser una pieza clave en el panorama político asturiano consiguiendo mantener el escaño logrado hace tres años.