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OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Miércoles, 15 de diciembre 2021, 04:00
«Nos han dicho que ventilemos y que tengamos cuidado para que los medidores tengan siempre pilas. Lamentable». «Nos dicen que si el nivel de CO2 sube en el aula, saquemos a los alumnos. Son 25 y tienen la costumbre de respirar». Las dos frases fueron pronunciadas ayer por sendos directores de centros educativos asturianos, tras reunirse con representantes de las consejerías de Salud y Educación. Estaban citados todos (todos los niveles, de todas las redes) para analizar la complicadísima situación que viven colegios e institutos. El coronavirus está castigando a los más pequeños: la incidencia en los tramos de edad de los no vacunados supera con creces al resto y eso, sumado a que ellos deben guardar cuarentena aunque su PCR sea negativa, hace que esté siendo un final de trimestre difícil. De hecho, la tasa de positivos de Primaria duplica a la de Secundaria, con sus alumnos vacunados.
Las últimas cifras son de ayer mismo. Entre el 7 y el 13 de diciembre, Asturias ha aislado 80 aulas y ha confinado a 1.314 estudiantes. Estos números son mejores que los de la semana anterior, que marcó el récord de lo que llevamos de curso y alcanzó uno de los peores datos de toda la pandemia, con 2.293 estudiantes y 161 aulas en casa. Pero hay un dato que no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado: el número de positivos confirmados relacionados con la comunidad educativa. Han sido 542 en esta última semana, frente a los 416 de la anterior. Menos aulas afectadas, pero más contagios.
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No es de extrañar que la propia consejera admitiera que las cifras «vuelven a asustarnos». Pero, frente a eso, ayer pidió tranquilidad a los directores. Tranquilidad, ventilación cruzada, más ventilación, prudencia y confianza en la vacunación que hoy arranca para los menores de 12 años. Eso, y volver a las reuniones telamáticas. Porque, de momento, no va a haber más medidas. Se descarta cualquier cierre antes de las vacaciones de Navidad, volver a la semipresencialidad ni rebajar las ratios a los niveles del curso pasado. «No estamos en esa línea para nada en este momento», dijo Lydia Espina, quien insistió en la ventilación una y otra vez, aun consciente del frío. Además, la consejera se hará eco de la demanda sindical de agilizar la tercera dosis de la vacunación para el profesorado. «Se lo trasladaremos a Salud, para que lo valore y se agilice lo máximo posible», dijo Espina.
«Somos reflejo de la sociedad y la sociedad vive la sexta ola», decía la consejera. Y a ella se enfrenta una comunidad educativa que se confiesa agotada y a la que la consejera transmitió todo su agradecimiento y su respaldo. Aunque, a juzgar por sus declaraciones, a muchos directores ese respaldo les supo a poco. Tampoco convenció a SUATEA, sindicato que pidió más medios y más contrataciones.
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