PALOMA UCHA

La educación asturiana perderá casi un 30% de alumnado en los próximos trece años

A partir del próximo curso se incorporan al sistema los niños nacidos en los ejercicios con mínimos históricos de natalidad

Olga Esteban

Gijón

Jueves, 12 de septiembre 2024, 09:24

Que Asturias haya arrancado el curso escolar con el menor número de alumnos de su historia, por debajo de 100.000, no es más que la consecuencia de algo que comenzó hace tiempo y que no solo continuará, sino que se agravará en los próximos años. El debate sobre la enorme crisis de natalidad y el envejecimiento del país, y en concreto de España, afectó de lleno a la enseñanzaa partir del curso 2018-2019. En ese momento, después de años de crecimiento continuado, la etapa de Primaria empezó a perder alumnado. Llegaba la primera señal de lo que estaba sucediendo: si nacían menos niños, había menos alumnos. No hay truco que valga. En realidad, en las estadísticas sí había uno: hacer el cómputo global de todas las enseñanzas no universitarias. Y como Secundaria y Bachillerato aún se beneficiaban de los ejercicios con buenas cifras de natalidad, el saldo era positivo.

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Hasta que dejó de serlo. Y España, y también Asturias, llevan años sufriendo una sangría continuada en sus aulas. Hay titulares de EL COMERCIO desde hace varios cursos advirtiendo de que el 30% de las plazas escolares que la región ofrece se quedaban, septiembre tras septiembre, vacías. Y así sigue siendo. Y seguirá. Solo hace falta fijarse en un dato. En los próximos cursos, los niños y niñas que se incorporarán al sistema, en el primer curso de Infantil (a los tres años), serán los nacidos en los ejercicios en los que Asturias ha registrado sus mínimos históricos de natalidad.

En este curso en el que la región pierde 1.600 estudiantes entre Infantil y Bachillerato, los que han comenzado etapa han sido los nacidos en 2021, año que registró, según cifras del INE, 4.785 alumnos. El próximo curso lo harán los nacidos en 2022, que fueron 4.744. Y en 2026-2027, los de 2023, el peor ejercicio hasta el momento, con 4.555 nacimientos en la región. Y en este 2024, hasta el mes de junio, en Asturias han nacido 2.213 bebés. Por el momento, la cifra es mejor que la del año pasado, cuando en el mismo periodo se contabilizaron 2.126 nacimientos.

Es decir, es matemáticamente imposible que en los próximos años las nuevas incorporaciones al sistema educativo compensen los estudiantes que dejan las etapas obligatorias o el Bachillerato.

Porque los menos de 5.000 niños asturianos que, potencialmente, se sumarán a las aulas el próximo curso, contrastan con los 7.700 que nacieron en 2010 y que, por lo tanto, ese mismo año finalizarán la ESO .

Hay algunos estudios que dibujan el mapa que viene. Uno de ellos es 'Las escuelas se están quedando sin niños: una oportunidad para transformar el sistema educativo', que ya hace un año planteaba un horizonte muy negro. Elaborado por Lucas Gortázar y Jorge Galindo, de Esade, el título deja claro lo que recoge un estudio que se basa en los datos del INE de los últimos años y en las previsiones que hace el mismo INE hasta 2037. Según esas cifras, entre 2013 (el máximo histórico) y 2023 España ha perdido 450.000 niños menores de 16 años (las edades de los alumnos en las etapas obligatorias, desde Infantil a ESO). En 2037 la cifra habrá sobrepasado el millón de niños, recoge el informe. Por lo tanto, el sistema educativo «pasará de tener que absorber 7,5 millones a menos de 6,5 millones de estudiantes».

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El propio Gobierno, en su documento 'Estrategia España 2050', admite que en ese año «España tendrá unos 800.000 estudiantes menos de entre 3 y 15 años de edad. Esto equivale a tener unas 33.000 aulas de 24 alumnos menos que en 2019». 33.000 aulas menos en todo el país.

Volviendo al estudio de Esade, analiza cómo a partir de 2013 la población de 0 a 14 años en España empezó a caer. Las estimaciones oficiales reconocen que la tendencia no se va a invertir, salvo por los años en los que empiecen a ser padres los niños de ese 2013 y haya un pequeño repunte en Infantil. Un repunte que no podrá compensar la enorme pérdida en Secundaria. La ESO vivió, dice el estudio, su máximo en 2023. A partir de ahí, perderá un 25% de su alumnado potencial, ya que el año pasado había en España 2,1 millones de niños de 12 a 15 años y en 2037 serán 1,6.

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El declive será general en todo el país, admiten los expertos, pero también desigual. El estudio de Lucas Gortazar y Jorge Galindo compara la caída de la población de 0 a 15 años por provincias desde el pico demográfico máximo nacional (en 2013) hasta 2037, cuando finalizan las proyecciones del INE y que «además coincide aproximadamente con el recambio de una cohorte entera de 0-15 desde el momento actual». Es decir, cuando los niños nacidos en 2023 tendrán 14 años.

Según esa estimación, la caída de la población escolar en Asturias entre 2023 y 2037 será nada menos que del 34%, una de las más altas del país. Como el análisis es por provincias, a la cabeza del descenso está Zamora, la más envejecida de toda España, con una pérdida del 44%. Solo Jaén y León, con un 35%, además de Zamora, tienen una previsión peor que la de Asturias.

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El descenso ya ha comenzado. Desde 2013, año que el estudio cifra como pico, Asturias ha perdido algo más del 7% de sus alumnos desde Infantil a Bachillerato. En 2013-2014 comenzaron el curso 107.693 alumnos y este año lo han hecho esos 99.900. Si las previsiones se cumplen, hasta el año 2037 Asturias perderá todavía un 27% más de estudiantes. Eso supone miles de alumnos, hasta bajar de los 75.000.

El martes ya había directores de colegios que calificaban de «sangrante» la situación y todos son muy conscientes de que «no hay niños para todas las aulas». Los que baremaban ya no tienen que hacerlo. Los que llenaban, ya no llenan. Y lo que es peor, se van vaciando.

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