Educación detecta 637 niños con indicios de altas capacidades

La cifra de 637 es especialmente llamativa si se tiene en cuenta que las últimas cifras oficiales, del curso 2020-21, hablan de 1.437 alumnos identificados, y que APADAC tiene unos 700 asociados. Pero es que además esta primera fase del nuevo protocolo ha identificado a otros 308 estudiantes que recibirán un seguimiento especial. Porque el resultado de la evaluación a la que se ha sometido el 95% del alumnado de primero de Primaria, de un total de 273 centros públicos y concertados, ha permitido ordenar a los niños y niñas en tres grupo diferentes, con los colores de un semáforo. Los 637 mencionados forman el grupo rojo y son los que ahora serán evaluados por los orientadores de los centros.

El grupo naranja está formado por eso 308 estudiantes que a partir de ahora recibirán un seguimiento por parte de los tutores. En un futuro, si se detectan nuevos indicios, podrían ser susceptibles de someterse a la evaluación psicopedagógica.

Todos estos datos han sido presentados hoy por la consejera, Lydia Espina, en una reunión informativa que ha tenido lugar en Lugones, con la participación de la Unidad de Altas Capacidades de la consejería y las direcciones y orientadores de colegios de Primaria. Espina ha calificado el día de «muy importante» y ha recordado que el nuevo protocolo recibió un galardón nacional.

El objetivo de la iniciativa no es solo mejoras las tasas de detección del alumnado con altas capacidades, sino de ofrecerles la respuesta educativa que necesitan y que recoge la propia ley, para «garantizar el máximo desarrollo de sus potencialidades». Una respuesta que puede pasar por la ampliación de temario, el enriquecimiento curricular o incluso la flexibilidad (alumnos que pueden promocionar a cursos superiores a los que les correspondería por edad). Todo, para evitar además un fracaso escolar en el que caen muchos de estos niños cuando no hay una identificación o una respuesta educativa adecuada.

Además, ha recordado Espina, se va a reforzar la formación del profesorado y a final de curso habrá una autoevalución para conocer, de la mano de las direcciones de los centros y de los propios orientadores, qué margen de mejora tiene un protocolo que «ha llegado para quedarse».

Los resultados se basan en el cuestionario al que se someterion los alumnos de Primaria antes de la Navidad, un test que analizaba 39 ítems agrupados en tres bloques, sobre capacidad-creatividad, personalidad y motivación. Con esa información, se ha configurado el semáforo que ha tenido en cuenta dos índices correctores: la fecha de nacimiento del alumno o alumna –cuánto más jóvenes, la puntuación decrece- y el efecto subjetivo de las valoraciones entre los diferentes grupos.

La reunión de esta mañana supone el inicio de la segunda fase, que se desarrollará hasta junio, tiempo en el que el personal de las unidades y de los equipos de orientación de los centros realizará la evaluación psicopedagógica de los 637 estudiantes identificados con el color rojo. Los que sean confirmados pasarán a ser de altas capacidades y quedarán inscritos con esta condición dentro del registro de alumnado de Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE) y contarán con la adaptación necesaria.