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Estudiantes de Navarra durante la EBAU. Fueron los primeros en hacer la prueba, el martes. EFE
EBAU 2020 | Examen final para la educación 'online'

Examen final para la educación 'online'

4.975 jóvenes se enfrentan este martes a la EBAU en Asturias. Pondrán a prueba sus nervios y los tres meses de estudio sin clases presenciales

Olga Esteban

Gijón

Lunes, 29 de junio 2020, 16:38

Me hubiera gustado que todo hubiese sido de otra forma». El deseo del ovetense Diego Fernández es el de todos. Cómo no va a serlo. Si Diego, Íker, Eva, María, Ana, Naiara, Daniela, Mafalda, Silvia y Estela tenían planes muy importantes para este curso. El último antes de la Universidad. Preveían un año corto e intenso, lleno de estrés pero también de despedidas, orlas y graduaciones. Y al final han tenido mucho estrés, sí, pero su curso ha sido un mes más largo de lo previsto, el estrés se ha multiplicado por tener que estudiar en casa y han cambiado orlas y graduaciones por videollamadas y exámenes 'online'. En unos días se enfrentarán a la EBAU más extraña de la historia. Tan extraña y difícil como estos últimos tres meses. Diez jóvenes de diez puntos distintos de Asturias explican cómo afrontan una EBAU que olerá a gel hidroalcohólico, distancia y mascarilla.

Un total de 4.975 estudiantes se examinan desde mañana martes de la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) correspondiente a 2020, un 20,6 % respecto a 2019. El tribunal estará compuesto por 490 personas, y el número de sedes para el examen de junio será de catorce: cinco en Oviedo, dos en Gijón, una en Avilés, y una en Mieres, Siero, Ribadesella, Cangas del Narcea y Tapia.

Un jarro de agua fría. Así le cayó la pandemia y el cierre de los institutos a Íker Castilla, alumno del IES Bernaldo de Quirós de Mieres. Llegó a pensar que iba a perder todo el año. Y no fue el único, Silvia Heres, de Luanco, también lo temió. Y muchos más. Pero luego, los centros reaccionaron. «Solo tengo palabras de agradecimiento para los profesores», dice Íker, palabras que se repiten en casi todos los casos, como el de Ana Vega, de Piloña. Como el esfuerzo y las ganas que le han puesto. Sobre todo, aquellos que tienen una meta que saben difícil. Como Íker, Ana, Mafalda , Eva y Estela, que quieren estudiar Medicina. «Ha sido agobiante». También para la gijonesa Eva Fernández, 9,9 de media, nerviosa y cansada pero con las cosas más que claras: «Sabía que tenía que esforzarme». Y eso ha hecho. Todos han dedicado muchas horas, más paciencia y fuerza de voluntad.

Y toneladas de capacidad de adaptación. Para dar las clases 'online', para comentar dudas y problemas por correo electrónico y videollamada. Y para enfrentarse a una prueba a la que llegarán con mascarilla y «dos bolis que no podemos prestar» y en la que deben guardar la distancia con sus amigos. «Eso va a ser lo peor. ¿Cómo vamos a comentar los exámenes entre nosotros?». Las instrucciones para hacer el examen les preocupan. La posibilidad de tener que estar horas con la mascarilla les agobia (finalmente se la podrán quitar mientras estén sentados en sus puestos), tener que estar con mucho tiempo de antelación en los lugares, el cambio de sedes (los polideportivos serán enormes aulas)... Con todo, Daniela Fernández, de El Franco, confía en que «todo va a estar controlado y va a ser seguro». Porque hay un dato importante a tener en cuenta: será su primer examen presencial desde marzo, recuerda Naira Berciano, de Avilés, lo que aumenta la presión.

En este tiempo se han enfrentado a diversos problemas. La llanisca María Llera apunta, por ejemplo, «la falta de actualización en la página web de la Universidad de Oviedo», o el hecho de que en su IES «las clases de repaso empezaron bastante tarde». Su objetivo está puesto en Diseño de Moda, en Madrid, «que tiene un corte de 11», con lo que reconoce estar preocupada por cómo la pandemia pueda afectar a su nota final. Temario que no ha dado tiempo a ver, falta de prácticas en algunas materias, docentes con poco manejo de las nuevas tecnologías... Los alumnos se han vuelto expertos en sortear obstáculos. Y en enfrentarse a más preocupaciones de las que ya se suponen en un curso tan importante como el suyo. Como el pensar que «no todos los institutos han aplicado los mismos criterios para calificar», con lo que creen que hay desigualdades, dice Ana Vega, o el sospechar que los tribunales «puedan ser más flexibles al corregir la EBAU, lo que tampoco consideran justo. «Algunos llevamos mucho tiempo preparándonos», defiende Silvia Heres, de Luanco, quien está segura de que «gente que a principio de curso no pensaba presentarse, lo va a intentar».

En las últimas semanas han tenido una pequeña 'ayuda': poder asistir de manera presencial a sus centros, de forma voluntaria, para las clases de repaso. Ha sido raro, admite, verse solo los ojos y guardar distancias, pero al menos «hemos podido consultar nuestras dudas cara cara. Ha sido muy productivo», se felicita Daniela Fernández, de La Caridad, que quiere hacer Derecho.

Pero las preocupaciones de estos chicos y chicas asturianos, que son de los 4.975 que este martes se enfrentarán a la selectividad, van más allá de esta semana. Alcanzan también al próximo curso, que aún no está claro cómo se desarrollará. Hay quien incluso opta por quedarse, de momento, en Asturias antes de dar el salto a la capital. Es el caso del ovetense Diego Fernández, uno de los pocos que se muestra tranquilo. Quiere estudiar Filosofía, materia en la que destaca. Este curso ha sido tercero en la Olimpiada regional, que ganó el año pasado. «No te atreves a hacer los mismos planes. Hablan de un rebrote en otoño, pero intentas seguir con tus ilusiones», se anima Daniela. «Todo va a cambiar», concluye Malfalda Dos Santos, de Cangas del Narcea. La cuestión es que la EBAU les pilla, a casi todos, cansados. Hace semanas que su curso debería haber finalizado, pero aún les queda el esprint final. «Tengo ganas de que se acabe», confiesa Mafalda. Pese a todo, confía en sus posibilidades, porque ha trabajado duro todo el curso y, especialmente, este trimestre tan complicado, marcado por la soledad de la habitación durante las horas de estudio. Un trimestre en el que ha sido más importante que nunca llevar las tareas al día, explica Estela Fernández, de El Entrego, quien tiene claro el secreto: «Si estudias, es posible ir bien preparado a la EBAU». No hay trucos.

EN ESTA INFORMACIÓN HAN COLABORADO LUCÍA RAMOS, ÁLEX FUENTE, ROSALÍA AGUDÍN, ANDREA ARRUÑADA, BELÉN G. HIDALGO, ALICIA GARCIA-OVIES, MARTA VARELA Y ALEJANDRO JAMBRINA

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