-Se han plantado.
-No había otra. Le pedimos al nuevo Gobierno que nos hiciera un poco de caso y hemos visto que nada de nada, igual que los otros. Así que hasta aquí pudimos llegar y hasta aquí hemos llegado.
«Si se sigue aplicando el mismo criterio, aquí nos quedamos sin nada. Pasará como con la minería» «Espero que los políticos que vengan a pedirnos el voto traigan peces debajo del brazo. Si no, nada»
-¿Es el reparto por históricos el único problema?
-Sí. A Asturias lo hundió. Antiguamente, los barcos asturianos iban a Cantabria y País Vasco a pescar. No había la tecnología que hay ahora, así que el pescado se apuntaba allí. Al llegar el reparto por históricos, resulta que esas regiones tienen muchísimos históricos y Asturias muy pocos, porque muchos de los que tenía constaban como de otras regiones. Un 95% se repartió por históricos. Eso ya era de por sí una aberración. Evidentemente no nos tocó casi nada. Tal y como está hecho el reparto, un vasco tiene 10.000 kilos por tripulante, un cántabro 7.000 y pico y nosotros 2.000 y pico. La diferencia es enorme. La situación reventó porque tenía que reventar.
-¿A dónde cree que les llevan las dimisiones en bloque?
-No lo sé. No tengo la menor idea. Esperamos que alguien recapacite. Es al Gobierno a quien le toca mover ficha.
-¿Han hablado directamente con ellos?
-No. Creo que viene esta semana la secretaria general de Pesca (Alicia Villauriz), pero no creo que se vaya a producir ningún encuentro. Como no traiga algo debajo del brazo no creo ni que la recibamos. Ella mintió diciendo que no nos había prometido nada. Nos prometió estudiar un cambio en el sistema de reparto. Nosotros entendemos que en un año no podían cambiar el sistema de reparto para la campaña, pero con este último aumento sí lo podían haber hecho. Para venir a decir mentiras vale más que no venga.
-¿Cómo era la situación antes del reparto asimétrico?
-Pescábamos todos. Había una regulación que se encargaba de controlar las cantidades. Igual teníamos 500 kilos por tripulante y día. Cuando se terminaba la campaña, terminábamos todos a la vez: los vascos, los cántabros, los asturianos... Ahora ya no es así. Estamos viendo cómo vienen los vascos a descargar aquí, mientras nosotros estamos sentados sin poder pescar. Es muy duro y es algo que encabrona más todavía a la gente.
-El único de los 18 patrones que no dimitió el sábado fue Tomás Badiola, el de Avilés. ¿Por qué?
-(Silencio). Yo ahí prefiero no entrar. Cada uno tendrá sus motivos.
-¿Cree que el Principado está haciendo, como dice, todo lo posible por revertir la situación?
-Pues no lo sé. No sé que habrán hablado con el ministro, pero creo que sí están haciendo algo. Lo que puede ser es que no los escuchen. Asturias, hoy en día, no pinta nada políticamente. Piense que Coalición Canaria sacó 450 toneladas de atún rojo con solo un diputado en el Congreso. Los asturianos no hemos sacado ni una espina de los políticos. No hace falta entender mucho para darse cuenta de que en el caso del País Vasco, el Gobierno necesita los votos del PNV.
-¿Cree entonces que se trata de una cuestión política?
-Lo tenemos claro desde el primer reparto. Además, estamos en período de elecciones. Yo aviso a los políticos de que, si vienen a pedirnos el voto, que traigan peces debajo del brazo. Si no, no creemos en ninguno.
-¿Y los vascos se quejarían si se aplicase el reparto lineal?
-Yo creo que no. Es el reparto lógico y el más justo. También le digo que si yo fuese el beneficiado lucharía por que no me lo quitasen. Yo a los vascos y a los cántabros no les culpo de nada.
-Desde que se aplica el reparto por históricos la pesca asturiana ha perdido casi cuatro millones de euros. Parece un pozo sin fondo.
-Y eso sin contar las pérdidas de esta campaña. Entre lo que están pescando los otros a lo que estamos pescando en Asturias y Galicia, pues dese cuenta. Hablando de Galicia, tampoco entiendo su postura. Yo creo que ahora tienen una gran oportunidad para reivindicar que todos los pescadores somos iguales.
-¿Teme que a la pesca le termine ocurriendo lo mismo que a la minería?
-Sí. Esto es la punta del iceberg. Ya están hablando de repartir el bonito y la anchoa. Si usan el mismo criterio, aquí nos quedamos sin nada.
-¿Está incrementando esta situación la falta de relevo generacional?
-Nadie quiere ya que su hijo se meta en la mar. Además del trabajo que implica, ahora no te dejan ni salir a pescar. La cuota es mísera.