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R. MUÑIZ
OVIEDO.
Viernes, 12 de enero 2018, 02:32
En IU vinculan el incidente del preso que entró en coma por sobredosis y fue dado erróneamente por muerto, con la situación de los estupefacientes en el penal asturiano. El centro «se ha deteriorado, la droga se ha hecho con la cárcel. Desgraciadamente es así, ... hay un mercado muy importante en la cárcel», señaló Gaspar Llamazares, portavoz del grupo parlamentario.
El diputado regional relaciona esa deriva con «el desmantelamiento de las Unidades Terapéuticas y Educativas (UTE), que pretendía que a la vez que cumplían la pena, se integrara socialmente a los toxicómanos y se los deshabituara». Llamazares describe un escenario de «sobredosis y fallecimientos» que urgirían un cambio de dirección. Además de ese relevo, IU demanda al Principado que firme un convenio con Instituciones Penitenciarias para asumir el servicio sanitario de la prisión «y hacer que sea posible una sanidad de calidad en la cárcel».
El problema de las drogas «pasa en la cárcel asturiana y en las demás; hacen maravillas para conseguir las sustancias», lamenta el facultativo Julio Bobes. «Los funcionarios controlan lo que pueden», matiza.
Los vigilantes consultados consideran que los estupefacientes entran en el recinto «principalmente en las comunicaciones con familiares y amigos, y en las salidas». Una vez al mes el interno tiene derecho a un vis a vis íntimo, y a otro encuentro familiar. A las visitas se les pide que guarden unas formas, mientras que el reo es sometido a un cacheo superficial de oficio. «Si hay sospecha de que lleva algo, se procede a uno exhaustivo; para hacer una radiografía necesitamos autorización judicial», precisan.
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