Doscientos euros de la luz por la diálisis en casa

En Asturias hay 41 pacientes que reciben el tratamiento de diálisis en casa: 6 con hemodiálisis domiciliaria y 35 peritoneal. Y la mayoría de ellos se someten a estos procesos durante la noche. Son horas las que deben estar 'enchufados' a una máquina, lo que tiene un impacto directo en la factura de la luz: más de 60 euros al mes.

Mari Paz Temprano, enferma renal desde 2003, comenzó con el tratamiento de diálisis peritoneal hasta que se vió obligada por motivos de salud a realizar la hemodiálisis domiciliaria. Asegura que no hay comparación entre estar en casa y tener que ir todos los días al hospital: «Si tienes una ambulancia para ti solo, genial. El problema está cuando la tienes que compartir». Además, para pacientes con su enfermedad, la pandemia y los hospitales «no son lo mejor» en cuanto a precaución se refiere.

Su sesión diaria dura unas 2 horas y media, sin contar con treinta minutos previos de preparación y otra media hora posterior para recoger todo lo que ha utilizado. Durante todo ese tiempo debe mantener la máquina enchufada a la corriente eléctrica, además de otras 8 horas para calentar los líquidos que usará en la siguiente sesión de hemodiálisis.

Su marido, Luis Manuel, la ayuda todos los días con el tratamiento y debe adaptarse a su horario laboral para llevarlo a cabo. «Algunas veces lo hago a las 11 de la noche y otras a las 4 de la tarde». Por eso mantiene la máquina enchufada las 24 horas. «No se me puede olvidar calentar el líquido porque no podría hacer la sesión, por eso la tengo siempre encendida», afirma.

'Pancho' Colao es enfermo renal debido a la diabetes que padece. Hace 5 ciclos cada noche de la diálisis peritoneal, lo que significa 8 horas y 20 minutos. «Lo hago por la noche porque puedo llevar una vida relativamente normal». Afirma que le da mucha autonomía y que realizando el tratamiento en casa se ahorra ir al hospita: «Así evito contagiarme con algún virus hospitalario y la situación poco agradable de la unidad de nefrología. Mentalmente no me hace bien». El descanso no es del todo pleno, ya que en algunas fases la máquina de drenaje «te pega como unos tirones que duelen, pero no te queda otra que aguantarlo»

'Pancho' lo afronta con optimismo porque confiesa que antes de empezar el tratamiento estuvo un año entero sin dormir «eso sí que se lleva mal»

Además de lo que ya supone lidiar con esta enfermedad a diario, a estos pacientes se les suma otro problema: el elevado precio de la luz. La ayuda que el Principado ofrece no compensa los costes. 'Pancho', como el resto de pacientes que realizan esta terapia, recibe 135 euros anuales de ayuda para gastos de luz. Una cantidad que «es poca», teniendo en cuenta que el coste que supone tener esta máquina encendida todas las noches está en torno a 1,5 y 2 euros al día: o lo que es lo mismo, 60 euros al mes. Los pacientes que reciben hemodiálisis domiciliaria, como Mari Paz, reciben 4,14 euros por sesión. «Si antes pagaba 100 euros de luz por el tratamiento, ahora pago doscientos»

Otro dato a tener en cuenta es que un paciente que recibe la hemodiálisis hospitalaria supone un coste de 45.000 euros al año. En Asturias son 1.500 personas las que acuden a los centros a someterse a este tratamiento. Pancho y Mari Paz están de acuerdo que la opción domiciliaria es más cómodo y más barata para la sanidad asturiana. Por ello la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer), pide al Principado una revisión de las que se ajuste a las facturas que los pacientes tienen que asumir.

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