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El pulso de dos diputados críticos de Ciudadanos con la dirección autonómica y el grupo parlamentario ha tenido como primera víctima a Laura Pérez Macho, quien ha dimitido este martes. A primera hora del martes ha presentado su reununcia al acta ante la Mesa de la Cámara. «Si no me permiten hacer política y parlamentarismo para los asturianos, no voy a seguir cobrando un sueldo», explica.
Aún así queda por resolver cómo se solucionará el proceso abierto en el partido por las declaraciones vertidas en los últimos meses y qué sucede con el otro diputado, Armando Fernández Bartolomé, que se saltó la disciplina de voto en los presupuestos. La dirección autonómica de la formación naranja no tiene previsto sancionar ni expulsar del partido a ninguno de los dos porque, según señalaban ayer, «no existe esa capacidad de decisión». No obstante, la portavoz parlamentaria, Susana Fernández, confesaba este lunes en EL COMERCIO, que «no puedes trabajar si no hay confianza. De esa forma es imposible sacar iniciativas adelante»
Laura Pérez Macho asegura que su decisión es fruto de reflexión de varias semanas e insiste en que «si no me dejan cumplir con mi misión de diputada, creo que es mejor que continúe desarrollando mi vocación de servicio público, como periodista y politóloga, desde el otro lugar en que puedo hacerlo, que es mi puesto de trabajo».
La diputada llegó a ser la portavoz del grupo parlamenario tras la dimisión de quien fuera el candidato en las elecciones, Juan Vázquez. El primer conflicto surgió en la negociación de los primeros presupuestos de la legistlatura, en diciembre de 2019. Pérez Macho defendió compromisos del Principado con la formación para facilitar que se aprobasen las cuentas. A unas horas de la votación final, la dirección nacional dio la orden explícita al grupo parlamentario de la formación naranja para que los presupuestos autonómicos de 2020. Los presupuestos saldría adelante porque la diputada, Ana Coto, que después dmitiría, se abstuvo.
Al poco tiempo, Laura Pérez Macho fue relevada de esa función, dejando la dirección del grupo a la actual portavoz, Susana Fernández. En los meses siguientes, se le quitarián también responsabilidades en distintas comisiones.
Pero el polvorín definitivo estalló a finales de octubre de 2021. Pérez Macho y Fernández Bartolomé exigieron la intervención de la presidenta del partido, Inés Arrimadas, «para desactivar una operación centrada en descapitalizar y rendir a nuestro partido», la llamada 'operación Couldina', que hace referencia al plan del exsecretario de Organización de Ciudadanos y ahora asesor de la dirección nacional del PP, Fran Hervías para disolver la formación naranja en el Partido Popular. Los diputados críticos, a través de un comunicado, exigieron una renuncia «expresa y pública» de la portavoz parlamentaria, a cualquier posibilidad de «colaborar por acción u omisión en la operación de Francisco Hervías y el PP contra Ciudadanos Asturias».
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