Diego Canga afronta como primer reto la unificación de un PP dividido

Dos posturas que, en la práctica, provocaron una importante fractura interna entre 'malladistas' y el entonces sector crítico, encabezado por el secretario general, Álvaro Queipo, pero en el que se encontraba también el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, la diputada nacional Paloma Gázquez o la senadora Mercedes Fernández. La dimisión de Teresa Mallada como presidenta del PP atendiendo a los requerimientos que llegaban de la calle Génova ante la falta de unidad interna, y la decisión de que Queipo asumiera sus funciones hasta nueva orden -no está previsto que se elija otro presidente al menos hasta después de las elecciones-, no calmó los ánimos. Más bien lo contrario.

Las especulaciones sobre la persona elegida por Génova para optar a la Presidencia del Principado intensificaron la tensión ante la posibilidad de que el candidato fuera a representar a alguno de los dos sectores, o que incluso fuese el propio Queipo. Sin embargo, la reciente designación de Diego Canga como candidato, un independiente que en principio no forma parte de ninguno de los dos bandos, parece que ha servido para calmar los ánimos.

Hasta ahora, de puertas para fuera solo se han escuchado elogios de un lado y el otro hacia el alto funcionario, y cierre de filas en torno a su figura como candidato. De puertas para dentro lo que hay, en realidad, es mucha expectación por conocer sus primeros movimientos, que pueden ser determinantes.

Diego Canga ya ha dejado escrito en sus redes sociales su deseo de trabajar junto al actual secretario general, Álvaro Queipo, para «cambiar el rumbo de nuestra región». Todo una declaración de intenciones teniendo en cuenta que su condición de independiente implica una bicefalia en la que él asumirá las funciones como candidato, optando a la Presidencia del Gobierno, mientras que la gestión orgánica recaerá en las manos del también diputado.

Queda por saber el papel que jugará a partir de ahora en este tablero político la expresidenta, que mantiene su escaño como diputada y su condición de portavoz parlamentaria, lo que genera recelos por parte de la dirección del partido, puesto que la gestión de los recursos económicos y humanos vinculados al grupo parlamentario dependen de su voluntad.

La orden que llega de Génova es que el partido se ponga a disposición del candidato y la propia Mallada ya ha ofrecido públicamente todos los recursos de los que cuenta el grupo. Resta por saber si eso será suficiente o si la designación del candidato podría desencadenar cambios en el grupo parlamentario para que la proyección mediática que supone estar al frente del mismo, y la gestión de los recursos económicos, recaiga en otra persona.

La composición de la lista autonómica, en la que el candidato tendrá alta capacidad de decisión, también podría ser determinante a la hora de unificar el partido. Ambos sectores aspiran a tener su espacio y Canga tendrá mucho que decir al respecto.