Más plantones al arzobispo: el presidente de la Junta General tampoco acudirá a Covadonga

Juan Cofiño comunicó al arzobispo su ausencia el próximo 8 de septiembre en Covadonga a través de una carta, también remitida a los medios de comunicación. En ella declina la invitación del Arzobispado a participar en los actos religiosos afirmando que «nada me desagrada más que las polémicas estériles» y mostrando su «enorme preocupación por la polarización extrema que se está adueñando del discurso público». Por todo ello, prosigue, «me veo obligado a argumentar mi ausencia en Covadonga».

En su carta, el presidente de la Junta General del Principado explica que esta decisión ya la tenía tomada desde hace un año, justo al acabar la misa en Covadonga el Día de la Santina, en el que, de nuevo, el arzobispo dedicó su homilía a arremeter con dureza contra el «feminismo de postureo», el ecologismo «ideológico» o contra los «matarifes» que practican el aborto o la eutanasia. «Escuché con atención su discurso y cuando abandonaba la Basílica me hice el propósito de no acudir más la cita hasta tanto en cuanto no se produjera una rectificación por su parte para despolitizar el acto», dice Cofiño. Y esta decisión ya fue trasladada días después a su entorno más cercano, incluido el presidente del Principado, Adrián Barbón.

Responsabilidades públicas

Para el presidente del Parlamento autonómico, «pretende monseñor amparar sus excesos verbales en la idea de libertad y no seré yo quien me convierta en una suerte de pequeño inquisidor, pero recuerde que el ejercicio de la libertad de opinión por parte de personas que ostentamos responsabilidades públicas debe someterse al filtro de la prudencia, la proporción y el sentido común». Prosigue Juan Cofiño en su carta recordando a Sanz Montes que hace un año «hizo uso de la palabra desde el púlpito de Covadonga para defender las posiciones de la Iglesia católica reconocibles», como es el repudio a la eutanasia o el aborto, «y aunque no comparta su postura la entiendo y la respeto. Sin embargo, no puedo admitir ni validar con mi presencia el tono peyorativo (rayano en el desprecio) que empleó para desacreditar a las mujeres que luchan a diario por su derecho a ser protagonistas de su propia vida y el reproche furibundo exhibido frente a aquellas personas sensibilizadas con la problemática ecologista y el medio ambiente».

Recomienda Cofiño al arzobispo leer el 'Oráculo manual y arte prudencia' del escrito jesuita Baltasar Gracián. «Me va a permitir que se lo haga llegar por si no formara parte de su biblioteca con el propósito confeso de que las lecturas compartidas allanen el camino para que crezcan adecuadamente los afectos», expone en su carta el presidente de la Junta General y le recuerda a Sanz Montes una cita del citado autor: «La humildad es la virtud de los grandes hombres, que saben no siempre tienen la razón».

Concluye su carta el presidente del Parlamento asturiano deseando que San Montes «entienda rectamente el objeto» de la misiva «que no es otro que trasladarle una protesta en nombre de todos quienes se han visto señalados peyorativamente por sus intervenciones pretéritas en el Día de Asturias».