Adrián Barbón y Jesús Sanz Montes acceden a la basílica por una explanada con muy pocos visitantes debido a la pandemia del coronavirus. FOTOS: DAMIÁN ARIENZA

Día de Asturias | El arzobispo alaba la gestión de Asturias en una pandemia con «no pocas mentiras»

Sanz Montes reprochó la «improvisación» en la lucha contra la covid, durante su homilía en la basílica por la fiesta de la Virgen de Covadonga

Miércoles, 9 de septiembre 2020, 01:34

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, quiso dejar claro su punto de vista de la gestión de la pandemia por la covid-19 durante su homilía en la basílica con motivo de la Festividad de la Virgen de Covadonga. Ante solo unas 250 personas ... en el templo, debido a la restricción de su aforo al 75%, Sanz Montes comenzó diciendo que «no sabemos bien cómo se ha originado este virus así de letal y extendido en el mundo entero. Son oscuros los orígenes, terribles algunas explicaciones cuando, sin pruebas, apuntan maquinaciones que de ser verdad nos hielan la inteligencia y el alma».

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Pero seguidamente pasó a valorar la gestión de la pandemia por parte de la Administración estatal y aseguró que «nos desazona cuando los ciudadanos vemos que ha habido mucha improvisación, no pocas mentiras y la intervención de la vida de una entera sociedad donde los sentimientos, los divertimentos, las creencias y la libertad quedaban confinadas al albur de los magos de Oz o de los gurús con los martillos de siempre». En opinión del arzobispo, si hubo «engaño, improvisación e intereses inconfesables que esconden sus estrategias en el control de la libertad de las personas, de sus movimientos, de sus decisiones, estamos entonces ante una mala gestión que no busca el bien de las personas en una tragedia como la que nos asola, sino perpetuarse en las poltronas del poder o aspirar a desbancar a los que se sientan en ellas».

Pero ante este sombrío panorama, Jesús Sanz Montes resaltó que «hay una plausible excepción que se refiere a nuestra región asturiana, donde la crisis sanitaria se ha planteado y gestionado con sensatez, prudencia y razonables medidas, en medio de un aluvión de gentes que nos han visitado en estos meses de verano». En su opinión, el trabajo realizado por las autoridades asturianas, desde el presidente del Principado hasta la delegada del Gobierno, pasando por los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios en la Junta General del Principado, los ayuntamientos, los sanitarios y las fuerzas de seguridad de la región «es de agradecer en el noble intento y el cuidadoso tiento con el que han hecho bien sus deberes dentro de lo mejorable que tiene toda acción humana».

Catequesis

También le preocupa al arzobispo el comienzo del curso docente y que se afronta «con incertidumbre». Sanz Montes explicó que los problemas que se presentan en los colegios y centros universitarios «tienen también una repercusión en nuestras catequesis y demás actividades diocesanas y parroquiales». Por ello, reclama de toda la sociedad «tener la mesura que nos hace responsables para evitar la incompetencia de quien ignora la gravedad de este momento, así como, quien asustadizo, se atrinchera para no hacer nada». Ante ello, apostó por «la medida serena y sensata de quien pone los medios razonables para que no se nos escape la vida, tampoco la vida cristiana que hay que seguir nutriendo y cuidando con celebraciones, sacramentos, catequesis y nuestro adaptado calendario».

No fue la de ayer una festividad de Covadonga tradicional. Las medidas de seguridad hicieron que fueran muy pocas las personas que se acercaron al Real Sitio a pesar de que, como dijo el arzobispo, «la Santina tiene corona, pero no tiene virus. Junto a ella uno experimenta la paz que más falta nos hace».

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No faltaron a esta cita autoridades como Adrián Barbón, presidente del Principado; Marcelino Marcos, presidente de la JGPA; Delia Losa, delegada del Gobierno, y José Manuel González, alcalde de Cangas de Onís, que encabezaron los asientos destinados a las autoridades con una amplia separación entre ellos para observar las más estrictas normas sanitarias. También ocuparon los bancos destinados a las autoridades políticas los portavoces parlamentarios Teresa Mallada (PP), Susana Fernández (Ciudadanos), Adrián Pumares (Foro) e Ignacio Blanco (Vox).

Pero lo extraordinario del momento se dejó ver en muchos otros detalles, como en el hecho de que se suspendieran la procesión y la bendición a la Santa Cueva, así como la ofrenda a la Virgen de Covadonga que este año le tocaba al concejo de Tapia y que se ha trasladado al año que viene. Tampoco pudo intervenir en la misa la plantilla completa de la escolanía y solo lo hizo la mitad, justamente sus componentes de más edad. Muy diezmada participó, a su vez, la Banda de Gaitas Ciudad de Cangas de Onís, con solo cinco gaitas, dos bombos y tres tambores, aunque se hicieron notar a la hora de interpretar el himno de España tras la consagración. Eso sí, el arzobispo apuntó que la banda tocó «la 'Marcha real', una tradición muy española y que se toca ante el 'Rey de reyes' en el mantel de nuestra mesa».

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Hidrogeles, mascarillas y distancia de seguridad fueron una constante en un templo que, aunque se quedó pequeño, no pudo vivir los momentos de años pasados cuando multitudes de personas querían honrar a la Santina.

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