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R. MUÑIZ
GIJÓN.
Lunes, 24 de julio 2023, 03:21
El asturiano Juan Fernández tenía 42 años y pereció hace dos semanas. Iba en un coche con su mujer y un hijo y contra ellos se estampó un conductor que circulaba en sentido contrario en estado de embriaguez. Ocurrió en la M-50 en Madrid pero lo cierto es que las imprudencias más graves se han disparado en todas las carreteras del país, también las asturianas.
Lo que acaba de denunciar la Fiscalía General con las estadísticas del último año en la mano. Solo en Asturias el pasado curso se cerró con 2.027 sentencias condenatorias por delitos contra la seguridad vial, un 10,7% más que en 2021 y un 9% más que en 2019, el año anterior a la pandemia.
Tras las restricciones de la covid se ha venido produciendo una progresiva recuperación del tráfico en carretera y se esperaba que en consecuencia remontara la delincuencia vial, pero no con esta intensidad. Según las memorias de la Fiscalía especial en materia de Seguridad Vial en Asturias no se pasaba de las 2.000 condenas desde 2013, cuando los jueces dictaron 2.120 sentencias contrarias al conductor.
El 64,7% de las registradas el pasado año lo fueron en aplicación del artículo 379.2 del Código Penal, que castiga la conducción bajo los efectos de las drogas o el alcohol siempre que la tasa de esta última pase de los 0,60 miligramos por litro de aire espirado. Esta delito se castiga con pena de prisión de entre tres y seis meses y privación de conducir por un periodo de entre uno y cuatro años. El segundo delito más castigado es conducir sin carnet o con él caducado, causa de 595 condenas.
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