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«La industria de la defensa es un polo de crecimiento importante que acelera la transferencia del conocimiento científico y tecnológico en Asturias». Con estas palabras, el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, agradeció ayer el premio General Elorza que recibió por parte de ... la Delegación de Defensa en el Principado de Asturias «por su constante y desinteresado apoyo a la difusión de la cultura de la defensa» en la comunidad autónoma. El reconocimiento lo recibió durante el acto institucional del Día de la Delegación de Defensa en Asturias, en Oviedo, que en esta ocasión celebraba su trigésimo aniversario.
Para el titular de la Consejería de Ciencia, Asturias podría situarse «a la vanguardia» de España y Europa mediante el impulso de la industria de la defensa. «Es un orgullo recibir este premio por nuestra modesta contribución a esta industria en Asturias. El general Elorza se vinculó a diversos proyectos industriales, como la Fábrica de Armas de Trubia, que está a la vanguardia tecnológica de Europa».
Al acto asistieron el coronel delegado de Defensa en el Principado, Juan Luis González Martín; la delegada del Gobierno, Adriana Lastra; el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; el comandante naval de Gijón, Luis Vicente Márquez; el coronel de la Guardia Civil, Francisco Javier Puerta; el alcalde de Siero, Ángel García; el presidente del TSJA, Jesús María Chamorro; el presidente de la Junta General del Principado, Juan Cofiño, entre otras autoridades.
El coronel delegado de Defensa en el Principado aprovechó su intervención para incidir en la «excelencia» del trabajo personal de la propia Delegación de Defensa. «Este año ha sido uno mágico para nosotros. Empezando por la celebración de los actos de las Fuerzas Armadas en Asturias, que fueron un éxito rotundo, tanto a nivel de organización como de presencia ciudadana», comentó.
Durante el acto se concedió la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco al hasta ahora jefe superior de Policía de Asturias y desde octubre nuevo subdirector general nacional de Logística e Innovación de la Policía Nacional, Luis Carlos Espino. Además, los reconocimientos especiales fueron otorgados al reservista honorífico José Antonio López; al historiador Isaac Cuello, como coautor del libro 'El Edificio de la Delegación de Defensa en el Principado', y al pintor y escultor Amado Favila.
Por último, se entregó también el premio General Bobes a Luis Rodríguez Pérez, presidente de la Escuela de Artes y Oficios, y el premio del concurso literario escolar 'Carta a una militar española' a la alumna del Colegio Sagrada Familia El Pilar de Pola de Lena, Carmen Montero Casal.
El coronel Juan Luis González aprovechó ayer unos instantes del acto del Día de la Delegación de Defensa en el Principado de Asturias para mirar al futuro de la industria armamentística en el Principado. Un futuro «prometedor», reconoció, gracias a los contratos que día a día captan las empresas del sector radicadas en la región y a las nuevas inversiones en equipamientos como la anunciada por el consorcio Tess Defence, que construirá su nuevo centro industrial dedicado a la integración final de vehículos blindados en una localización aún por definir. «Ese sector proporciona riqueza e innovación y es el momento de afianzarlo», aseguró el delegado de Defensa, para añadir a renglón seguido que en ese camino es «clave» el apoyo institucional.
Tess Defence, la sociedad que integran Indra, Santa Bárbara Sistemas, Sapa y Escribano –esta última empresa también tendrá un nuevo centro de ingeniería avanzada en Asturias–, se encarga en la actualidad de la producción del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón, del que se fabricarán 348 unidades por 2.500 millones de euros, y hará lo propio a futuro con el nuevo Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC).
Esté último programa, valorado en cerca de dos mil millones de euros para la producción de 394 unidades de este potente blindado en la fábrica de armas de Trubia, será el que lleve aparejado la creación del nuevo centro industrial de la sociedad en la región. En un primer momento, la encargada de realizar esas tareas finales del proceso productivo relacionadas con la integración de sistemas en los vehículos sería Santa Bárbara en la villa cañonera; no obstante, y tras hacerse Indra con el control del consorcio, se llevarán a cabo en un centro específico.
Uno que se erigirá en una parcela de más de doscientos mil metros cuadrados en una ubicación aún por detallar y por la que pelean Oviedo, Gijón y Siero.
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