La víctima antes de morir: «No me habéis visto sufrir como un perro llorando en la cocina»

Carmen Salazar le decía que si no podía dar un oportunidad a María, la mujer de él y de quien se estaba separando, por el bien del niño. La respuesta de Luis fue demoledora y dolorosa para la familia: «No me habéis visto sufrir como un perro cada día durante dieciséis meses, llorando solo en la cocina porque la mujer con la que me casé desapareció, no me quería, me hacía daño, no me dejaba ni ver, ni estar con mi hijo, y me robó el derecho como persona de tener una intimidad en mi casa. Además de insultos, mentiras, faltas de respeto. Así que primero quiero que la ley me dé el derecho a estar con mi hijo. Y luego ya veremos hasta dónde podemos llegar».

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En el mensaje a su hermana, Luis Salazar continúa señalando que él ama al 100% o no ama: «No voy a vivir con alguien a medias a ver qué pasa. Y ella ha estado tratándome como que no existo hasta ayer, que ve que puede perderme a mí y al niño».

«No os dejéis engañar por las lágrimas, que no habéis visto las mías. Y solo está así -en referencia a su mujer- por dejar de ver al niño y por miedo. Créeme. Si no, habría hecho algo, o lo habría intentado solucionar antes», relataba en el mensaje.

Las hermanas y hermano de Luis Salazar contenían los nervios y la tensión como podían en la jornada de ayer. No siempre podían. Todos declararon ante el tribunal del jurado popular con lágrimas en los ojos rememorando esos duros momentos de la víctima antes de su violenta muerte. «Esto es muy duro, es revivir todo el calvario que sufrimos hace tres años. Solo pedimos justicia».