«El Valle de Samuño es ejemplar, sus habitantes superaron al carbón»

En la antigua sala de aseos del Pozo San Luis, declarado Bien de Interés Cultural y por cuyas entrañas discurre el tren minero, tuvo ayer lugar el acto de presentación. «La minería, que había transformado el valle desde el final del siglo XIX, comenzó un persistente declive desde los sesenta del siglo pasado, que culminó con la desaparición de toda actividad minera a principios del XXI. Pero los habitantes de esta zona no languidecieron en el recuerdo de los tiempos pasados. Pronto comprendieron que para alcanzar el futuro debían reconvertir el suelo y el paisaje del que antes extraían el oro negro del carbón», afirmaba Solís.

Por eso, defiende que la suma de arqueología industrial y belleza natural fue la base de una iniciativa de la Asociación de Vecinos San Luis de La Nueva, que desembocó en el Ecomuseo Minero Valle del Samuño, una puerta al turismo que atrae cada año a más de 30.000 visitantes.

Los habitantes del valle, agrupados en colectivos y asociaciones, fueron sumando y renovando actividades y tradiciones: el Concurso de la Canción Asturiana de Les Mines -que patrocina EL COMERCIO-; un trail o carrera popular que lleva a los corredores por las crestas del valle y las galerías del pozo San Luis o mercados son algunos de sus logros.