«La transición tiene que ser justa. Se trata de una frase manida, pero nadie puede quedar atrás»

-¿Cómo son las cuotas?

-Hay dos apartados. La familiar es una cantidad fija. Y por otra parte están los mutualistas mineros como tal, con un porcentaje de la cotización, del salario normalizado que se encuentra entre un 1% y un 2%.

-¿Ve con tristeza que haya que haya que buscar nuevos nichos de mutualistas porque el carbón está desapareciendo?

-Hace años decían que la geopolítica no tendría influencia alguna en el ámbito de los costes energéticos porque estaba muy diversificada. Ahora vemos que en el momento en que Rusia invade Ucrania aquello que se vendía como la globalización se acaba. Se acaba esta globalización en los ámbitos social y energético. Lo que sí está claro es que hay un acuerdo con las organizaciones sindicales que hay que cumplir a rajatabla y eso significa que la transición energética tiene que ser justa. Esta frase manida tiene que ser real. Nadie puede quedar atrás ni social, ni personal, ni territorialmente.