Terremoto vecinal en Mieres: «No queremos una incineradora»

Era noviembre de 2017 cuando los vecinos de la zona norte de Mieres se movilizaban y salían a la calle contra la intención del Principado de quemar residuos en la central térmica de La Pereda. Fueron meses de quejas y manifiestos contra el plan, que quedó en estado latente hasta lunes; fue cuando Hunosa sacaba a información pública el plan de transformación de la central para sustituir el combustible fósil en biomasa y en CSR (combustible sólido recuperado). Para los afectados ese material no es más que basura. «Nos quieren poner una incineradora de forma encubierta», decía ayer el presidente de la asociación vecinal La Fuente de La Rebollada, Miguel Ángel Martín. Son casi una decena de colectivos los que se vuelven a mover para luchar contra la utilización de ese material. «Vamos a presentar una batería de alegaciones como primer paso; luego, ya veremos», decía.

Se trata de asociaciones -Cardeo, Lloreo, Baíña, Ablaña o Valmurián, entre otros- que no se oponían a la central, porque consideran que es una industria que puede generar empleo, pero sí se oponen frontalmente a la quema de esos residuos. «El anuncio de Hunosa ha sido todo un terremoto entre los vecinos y ha echo saltar todo por los aires; han dejado a las claras cuáles son sus intenciones y nos han reactivado», añadía Martín.