Christian A. A. tenía 46 años. Y en la tarde del pasado lunes, como solía hacer de forma habitual, paró a tomar algo en un establecimiento de la calle El Norte de La Felguera. Rondaban las siete de la tarde. En el establecimiento se encontraba ... otro cliente habitual, vecino, como él, de Langreo. Fueron hasta la terraza interior y allí se enzarzaron en una fuerte discusión. «Me extrañó porque Christian era tranquilo, muy buena gente y nunca antes le había visto discutir con alguien y menos enzarzarse en una pela. Era correcto, amable y tranquilo», indicaba ayer la dueña del local.
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La discusión fue subiendo de tono y comenzaron a darse empujones. Acabaron salieron a la calle. Los dos estaban aparentemente ebrios, lo que no ayudó a calmar los ánimos. Se dio aviso a la Policía para mediar en la contienda, ya hacia las ocho de la tarde. Acudieron al establecimiento y hablaron con los dos protagonistas de la trifulca, que ya había alertado a vecinos y comerciantes de la zona. «Hubo mucho jaleo en la calle y gritos, pero al llegar la Policía todo se calmó, pero, al poco, nos asustó la llegada de la ambulancia», recordaban ayer algunos de los testigos.
Los agentes de la Policía Nacional que acudieron entraron en el establecimiento ya con los dos hombres, que incluso «se habían dado la mano, parecía que habían arreglado sus diferencias», recuerda uno de los testigos. Christian, que ya se había quejado de mareos con anterioridad, se sentó en uno de los taburetes de la barra. Justo delante de la amplia cristalera del establecimiento. «De repente, con la Policía dentro del bar, y la pelea creíamos que terminada se desplomó y cayó al suelo, todo lo grande que era», apunta este testigo.
La caída asustó a los presentes al ver que este vecino de Langreo que había nacido en Buenos Aires, pero que llevaba más de treinta años en Asturias, no reaccionaba. Desde el primer minuto se intentó que reaccionase, llegó la ambulancia y los sanitarios estuvieron durante «muchos minutos», apuntan los testigos, intentando estabilizarlo. Lograron conseguirlo pasadas las diez de la noche y emprendieron camino hacia el Hospital del Valle del Nalón. Christian no pudo sobrevivir a los aproximadamente cuatro kilómetros que le separaban del centro médico, donde ya llegó fallecido. Nada se pudo hacer por salvarle la vida.
Ahora queda por dilucidar el motivo del fallecimiento y determinar si los golpes recibidos durante la pelea previa a su caída fueron determinantes. En la noche del lunes ya declaró el camarero que estaba en ese momento en el establecimiento donde ocurrieron los hechos. El otro hombre, que podría ser acusado de homicidio imprudente también deberá declarar y dar su versión de los sucedido.
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Mientras, la familia y amigos del fallecido tratan de asimilar su pérdida. Nadie se explica cómo pudo estar implicado en una pela.
Su compañera sentimental acudía ayer por la mañana al establecimiento donde pasó todo en busca de respuestas; de una explicación a lo sucedido.
Mientras, sus padres, ya por la tarde, se desplazaron a la comisaría de la Policía Nacional de Langreo-San Martín del Rey Aurelio para determinar qué acciones pueden tomar para que de constatarse que la muerte de su hijo no fue accidental, la misma no quede impune. La autopsia será previsiblemente determinante en las acciones que pueda iniciar la familia del fallecido.
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