Serondaya premia la labor de la Escuela de Hostelería de Aller

La asociación que preside Fulgencio Argüelles destaca que se «ha valorado especialmente el proyecto 'Una ventana abierta al mundo', que engloba una serie de actividades que favorecen la integración, la creación y la difusión de la cultura, procurando desde la escuela pública la búsqueda de nuevos horizontes laborales y sociales, tan necesarios en una zona particularmente deprimida y en declive, como es la cuenca minera».

De hecho, la finalidad del Premio Serondaya de la Cultura es reconocer a personas, grupos, asociaciones o instituciones que se hayan dedicado de manera constante, principal y sobresaliente, a la difusión y al desarrollo de la cultura en cualquiera de sus manifestaciones o en todas ellas, y cuyos esfuerzos, trabajos, creaciones o iniciativas hayan contribuido significativamente a la valoración y la comprensión de la cultura, a la potenciación y mejora de la vida cultural de la sociedad y al incrementado del interés de las comunidades por cualquiera de los aspectos de la cultura.

«Vamos a estar muy contentos en acudir al acto de recogida del premio», apuntaba Gandullo. El galardón consiste en una escultura del escultor Llonguera que será entregado durante la fiesta de Serondaya que se celebrará el 19 de octubre.

Por la Escuela de Hostelería de Aller ya han pasado más de 1.500 alumnos. «Era y es un tipo de formación que nos tomamos muy en serio en el centro -continuaba la directora-. Se comenzó con una matrícula de unos veinte alumnos que se ha ido ampliando desde entonces junto con la oferta formativa». Y es que, además de cocina, también se forman profesionales en la dirección turística o en la atención de una sala. «Los comienzos no fueron muy complicados porque la apuesta era clara. Este centro partía de un tipo de formación muy concreta, como era la automoción o la electricidad, y se dio un giro, sobre todo, por la apertura de la estación invernal de Fuentes de Invierno». Este hito, de hecho, hizo que en todo el concejo se generara todo un tejido empresarial dirigido al turismo invernal que acude al complejo allerano.

Profesores y alumnos de la Escuela de Hostelería no fallan a cita culinaria o al concurso que se convoque. «Es un aliciente más para el alumnado del centro, ya que les animamos a participar en cuantos eventos puedan, es la apertura del centro al exterior», manifestaron.