La relación de dos menores acaba en reyerta entre las familias en Pénjamo

Pasaban unos minutos de las 20 horas cuando comenzó la trifulca: una familia conflictiva que lleva meses alterando a los vecinos del barrio se enfrentó a los padres y familiares de una menor amiga de su hijo. Esta presunta relación de amistad de la hija del detenido, de doce años, con otro vecino, unos cuatro años mayor que ella, desencadenó la riña en la calle, protagonizada por las dos familias y algunos vecinos que apoyaron en todo momento a los padres de la niña.

En la pelea tuvieron que intervenir hasta seis coches de la Policía Local y Nacional. La familia que comenzó la trifulca, y que, según los vecinos, es el origen del conflicto en el barrio, gritaba entonces que les habían disparado «con una escopeta dos tiros», una acusación que desmienten tanto los agentes como los vecinos.

A pesar de la detención del padre de la menor, los ánimos no lograron calmarse. Se hizo necesario que una coche policial vigilase el entorno de la calle El Rosal, donde vive el joven que presuntamente está vinculado con la pequeña, ante la posibilidad de que pudiesen producirse nuevos incidentes. La razón por la que gran parte de los vecinos apoyan al arrestado es que argumentan que la otra familia lleva meses haciendo imposible la convivencia en el barrio, protagonizando altercados constantes. El último de ellos se produjo hace apenas un mes en un bar, donde se les incautó una barra de hierro tras una pelea con los vecinos.

«Y ellos, en la calle»

El detenido, que precisó atención médica tras ser agredido con una barra de hierro, pasó a disposición policial ayer por la mañana. «Es totalmente injusto que esté detenido cuando la otra familia nos está robando la tranquilidad y las ganas de vivir en Pénjamo», defendían un buen número de vecinos tras presentar denuncias contra la familia conflictiva, al tiempo que declaraban estar cansados de «las múltiples tropelías que cometen los agresores en el barrio». Finalmente, el arrestado quedó en libertad, aunque sobre él recae una orden de alejamiento de la otra familia.

La esposa del detenido, Tania Marco, se quejaba ayer amargamente de que el único arrestado es su marido. «Estábamos en una terraza, pasaron ellos y nos increparon. Se montó la guerra. Empecé a sentir voces y que lo iban a matar. Me enfrenté a ellos y porque me cogieron unos vecinos, si no estaría muerta», afirmaba. «Ninguno de los agresores está herido y siguen en la calle». La mujer presentó ayer por la mañana denuncia por lo ocurrido.

«El barrio está con nosotros; hoy es mi hija, pero otro día es la de otro. Roban y agreden. No amargan la vida», añadía.

Los residentes de Pénjamo querían convocar una manifestación para el próximo día 13, pero ha sido denegado por Delegación del Gobierno, indicaron. No obstante, los grupos de la oposición han solicitado una Junta de Seguridad.