El rector, «sin miedo a Canteli», anuncia la mudanza de Minas a Mieres para el verano

La docencia en las aulas de Mieres ya está prevista para el próximo curso. «Ya está programada. Al Consejo de Gobierno del lunes llevamos la aprobación del plan de organización docente (POD)», decía Villaverde.

¿Se va a proteger la Universidad ante la batalla judicial que plantea el alcalde de Oviedo para frenar el traslado? «Contamos con unos grandes servicios jurídicos que, seguro, defenderán, como siempre lo han hecho, con gran profesionalidad y eficacia, los intereses de la Universidad. No tengo miedo a Alfredo Canteli», aseguraba el rector. Y lo hacía, precisamente, en un acto que se celebró ayer en el campus de Barredo: la ceremonia institucional de toma de posesión de 210 miembros del personal docente e investigador (PDI) y de administración y servicios (PAS).

Desde el Ayuntamiento de Oviedo ya se anunció, a principios de mes, un recurso ante el Contencioso-Administrativo acompañado de una serie de medidas cautelares para «frenar este expolio». Lo anunciaba el primer teniente de alcalde, Nacho Cuesta, al tiempo que insistía en que el máximo responsable de este movimiento es el Gobierno de Adrián Barbón (PSOE). Y para reforzar esta idea, añadió que la propia Universidad «ha admitido que este tema no es una competencia suya, sino que es algo que compete al Principado corroborando así lo dicho en todos estos meses por el Consistorio».

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A. F. G.

Fue a principios de 2022 cuando el rector Ignacio Villaverde anunció el Plan Estratégico de la Universidad, que incluye el traslado de la Escuela de Minas a Mieres. El regidor Alfredo Canteli, el profesorado y estudiantes de la Escuela se han mostrado en todo momento muy críticos creando prácticamente un frente común, cada uno en su área.

El enfrentamiento entre el rector y el alcalde ovetense ya es largo. En febrero tuvieron un enfrentamiento dialéctico tras criticar la «violencia verbal» de Canteli hacia su persona. Villaverde ya dijo que no ha relación con alguien que le insulta en lo personal y que le acusa, decía entonces, de cometer delitos. «Todo tiene que tener un límite», decía acerca de la crispación generada.