Rabanal defiende que La Pereda «será la central más limpia que jamás haya habido en la región»

La térmica dejará atrás el carbón -que actualmente nutre al pozo Nicolasa de Mieres- para usar la biomasa como combustible y un porcentaje, que se prevé sea el 10% del total, del denominado Combustible Sólido Recuperado (CSR), procedente de residuos. Y es aquí donde el proyecto genera el rechazo vecinal en Mieres, donde no se rechaza el proyecto, sino el uso de este material. «La ciudadanía puede estar absolutamente tranquila. Cuando se publique la autorización ambiental integrada, se dará cuenta de que las restricciones a las emisiones que vamos a tener van a ser espectaculares. Vamos a tener una central muchísimo más limpia de la que tenemos y de lo que jamás hubo en esta región».

«Deberíamos de ir pensando en el fin de la reconversión, que llevamos treinta años con ella. Y una vuelta a ese proceso sería el cierre de la propia hullera, que no es lo que queremos. Buscamos darle estabilidad y futuro a esta empresa», añadía.

Por su parte, el secretario general del SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi, destacó que se vislumbra un futuro «halagüeño», sobre todo tras la consecución de la subasta para la transformación de la térmica de La Pereda. «No vamos a renunciar a proyectos que generen actividad, como el centro nacional de formación en rescates», para el pozo Santiago en Aller, «o que se termine de transformar Hunosa en una empresa energética». Adrián Miguel Pérez, de CC OO, declaró que sigue apostando por mantener una reserva estratégica de carbón , «la situación nos está dando la razón ante el incremento de precios energéticos».

Rabanal y los líderes sindicales hicieron estas declaraciones durante el acto, celebrado ayer, de la festividad de Santa Bárbara, en la antaño sala de compresores del pozo Santa Bárbara, en Turón. Trece trabajadores recibieron el Premio de Antigüedad en la empresa. La música del gaitero José Ángel Hevia y el Coro Minero de Turón acompañaron el tradicional evento festivo.